Este tipo de actividades sirven, entre otras cosas, para estrechar lazos y ganar confianza entre los miembros del equipo en un ambiente más distendido que la oficina. En nuestra sección Afterwork ya nos hemos acercado a algunas de ellas, como el paintball o las clases de cocina. Hoy os hablamos del karting.
Los karts son pequeños coches (pueden ser monoplaza o multiplaza), no tienen suspensiones y habitualmente también tienen pocos elementos de carrocería. Existen en España multitud de centros de karting, con pistas preparadas especialmente para poder desarrollar una carrera de karts con toda seguridad.
Como eventos de team building y afterwork, se pueden organizar competiciones entre diferentes grupos de trabajadores de una misma compañía. Se trata de una actividad divertida y cargada de adrenalina. Además, a través de dicha competición, y desde un punto de vista laboral, se fomentan habilidades como el trabajo en equipo y la cooperación. Los miembros del mismo equipo deben ser capaces de decidir una estrategia concreta que les lleve a vencer al otro. Cada uno de ellos deberá asumir el rol con el que mejor pueda contribuir a dicho objetivo. Unas habilidades que, sin ninguna duda, serán imprescindibles después en la oficina, cuando ese equipo esté trabajando en un proyecto.
Además, a través de las carreras de karts también se fomenta la rivalidad, pero bien entendida. El hecho de enfrentar a dos equipos diferentes sirve de motivación para que cada uno de ellos dé lo mejor de si mismo para conseguir ser el vencedor. Este tipo de rivalidad hace que los equipos muestren esfuerzo, perseverancia y tenacidad, otras cualidades que valoran muy positivamente los empleadores.
