“Los escoceses te hacen sentir como en casa”
Además de tener una amplia experiencia en el sector turístico, la barcelonesa Patricia Montoya trabajó durante varios años como jefa de recepción en reconocidos hoteles del centro de Barcelona. Cuando a finales de 2012 se encontró sin empleo, una amiga la animó a probar suerte en Edimburgo y ella no se lo pensó demasiado. Con su experiencia, estrenamos esta nueva sección, Mi maleta y yo, desde la que cada viernes os acercaremos la experiencia internacional de varios jóvenes.
¿Cómo empezaste a organizar tu viaje?
Cuando ya decidí que quería irme empecé a buscar por todos los blogs; de hecho, hay uno que se llama Vivir en Edimburgo que te da bastantes pistas. Me dio seguridad el leerlos porque me di cuenta que sólo tenía que conseguirme el NIN (Número de Seguridad Social), ir a la National Library para tener internet gratis y, a partir de ahí, ¡la ciudad era mía! Y era verdad.
¿Es sencillo conseguir empleo en Edimburgo?
Lo que me dijo un escocés cuando llegué fue “Si tu quieres trabajar aquí, vas a encontrar trabajo, porque aquí hay trabajo para quien quiere hacerlo”. Yo no vine con aires de grandeza. No vine diciendo “quiero ser jefa de recepción”, sino dispuesta a hacer lo que fuera. Envié currículum a todas partes, como agencias de empleo, webs… Y a las tres semanas me llamaron de tres sitios para hacer entrevistas. Una de ellas fue en el Royal Scot Hotel, que es donde estoy trabajando ahora como segunda de recepción.
¿Qué ha sido lo que más te ha sorprendido?
Lo que más me ha impactado en el aspecto laboral es el savour fair que tienen aquí. En España somos diferentes. Somos mucho más cálidos y ellos hacen más diferencias entre el cliente y quien trabaja. También, cuando realizas entrevistas te preguntan cuánto quieres cobrar. Eso me sorprendió. Es una ley de oferta y demanda. Al principio, yo pedí poco, pero en ese momento me pareció lo suficiente. Luego, pedí un aumento y también me lo dieron”.
¿Te ha sido difícil adaptarte?
Quizás lo más difícil, por decir algo, fue acostumbrarse a las pocas horas de luz; pero como ciudad, Edimburgo es maravillosa. Es mucho más pequeña que Barcelona y te la haces tuya enseguida. Y los escoceses son espectaculares, te hacen sentir como en tu casa. Pero, obviamente, ellos hablan escocés y tú, por mucho nivel de inglés que tengas, habrá veces que no los entiendas… Pero ellos te lo vuelven a repetir y te hacen señas si es necesario.
¿Lo recomendarías como destino para alguien que se plantea una experiencia en el exterior?
Yo se lo recomiendo a todo el mundo. No hace falta tener un gran nivel de inglés. Si quieres venir a estudiar también hay academias con programas intensivos. Por otra parte, realmente hay trabajo, pero tienes que ser una persona echada para adelante y salir a buscarlo, porque el trabajo no vendrá a ti.