Como buenos amantes del séptimo arte, Leo Durán y Begoña Andrés, ‘los colgados del cine’, diseñan y producen móviles decorativos personalizados a partir de escenas mitológicas de la pantalla grande. Escenas de King Kong, Los Pájaros, Star Trek o ET son algunos de los títulos que pasaron a formar parte del catálogo más solicitado de Perro Feo Workshop, este nuevo emprendimiento con el que los jóvenes creativos convirtieron su trabajo artesanal en una ocurrente salida a la crisis.
¿De qué se trata Perro Feo Workshop?
Perro Feo Workshop es la materialización de mi experiencia, creatividad y forma de trabajar transformada en un estudio/taller creativo. En este momento estamos dedicados al diseño de piezas decorativas como nuestros móviles de cine. Estos pueden encontrarse en varios puntos de venta en España y Berlín. Acabamos de abrir una nueva línea de negocio dedicada a los regalos corporativos donde los móviles pueden representar a cualquier empresa.
¿Cómo surgió la idea de este emprendimiento?
Se dice que las crisis también son oportunidades de cambio, así que después de padecer su parte más fea y tras algunos añitos de experiencia profesional en comunicación, producción, diseño y creatividad decidí que ya era hora de dar paso a los cambios buenos, así que aposté por la evolución y por mi mismo. Ya por nuestra cuenta realizamos trabajos en España y México bajo el nombre de Conejo Lampareado, que en mexicano significa “cara de sorpresa”, que es lo que le pasa a un animal cuando lo deslumbras con luz potente. Una Navidad, con mucho cariño nos inventamos unas camisetas para regalar y como el nombre era gratis las llamamos Perro Feo Original. Poco a poco Perro Feo se convirtió en la parte “taller” donde volcar nuestro lado más personal y artesanal.
¿Es el primer emprendimiento que llevas adelante? ¿Qué ha sido lo más difícil?
Nuestro primer proyecto como emprendedores tuvo lugar el pasado año con un proyecto de producción y comunicación entre España y México donde pasamos ocho meses trabajando bajo el nombre de Ciudadano Can en México organizando conferencias, master-classes y cursos sobre etología canina. Este proyecto contó con una gran repercusión en medios así como el apoyo de cinco universidades mexicanas. Lo más difícil en este momento es dar a conocer nuestro trabajo. Los móviles decorativos son objetos muy valorados en el centro y norte de Europa pero en nuestro país no hay muchas opciones. Pretendemos desde nuestro pequeño estudio/taller en Asturias implantar el gusto por estos diseños .
¿Qué es lo más gratificante?
Ver como tus ideas funcionan y son capaces de emocionar, que tu proyecto crece y se traduce en un negocio viable en el que todo lo que inviertes y recuperas es tuyo. Y cuando te llama un cliente como la tienda del Museo Picasso ya es “para morirse de gusto”.
¿Qué herramientas consideras que han sido fundamentales para avanzar con este proyecto?
Contamos con el apoyo de los medios de comunicación que han avalado desde el principio nuestras creaciones así como nuestros primeros clientes en Gijón, lugar donde trabajamos: las librerías La Revoltosa y 4 Letras. Como le ocurrirá a algunos emprendedores el apoyo familiar para conseguir la financiación y arrancar este proyecto ha sido fundamental. Sobre todo, trabajar con profesionales que saben hacer muy bien su trabajo como Begoña Andrés, producción y comunicación de Perro Feo Workshop.
¿Qué le recomendarías a alguien que tiene deseos de iniciar su propio proyecto o emprendimiento personal?
Que confíe en lo que puede ofrecer, cada cabeza es un mundo y solo tú puedes ofrecer lo que tienes en ella. Así que confiar, aprender, investigar, experimentar, hacer y hacer, el movimiento crea más movimiento. Es duro, pero si realmente tienes confianza en tu proyecto el camino será mucho más fácil. Nosotros cometimos muchos errores al principio y buscar las soluciones nos hizo mejorar, y mucho.
