La receta de 3 ingredientes para una excelente carta de presentación
Escribir una carta de presentación es la parte menos favorita de todos en el proceso de solicitud de empleo. Admítelo, ¡sabes que es verdad! Las cartas de presentación requieren que te vendas a ti mismo como un empleado potencial, lo que no siempre es fácil de hacer.
Nuestra cultura tiene la costumbre de reducir a las personas que se jactan de sus logros. Por lo tanto, la autopromoción no es una habilidad que nos resulte natural a muchos de nosotros. Sin embargo, es una habilidad necesaria al escribir una carta de presentación.
En esencia, todas las excelentes cartas de presentación deben comunicar 3 elementos básicos: tu conocimiento, tu interés en el trabajo y tu compatibilidad. Si puedes comunicar estas 3 cosas en tu carta de presentación, serás una buena opción para conseguir una entrevista.
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Conocimiento
El conocimiento es el más importante de los tres elementos. Después de todo, si no tienes las habilidades y la experiencia para hacer el trabajo, los otros dos no importarán mucho. Dedica la mayor parte del espacio a comunicar lo que sabes y cómo beneficiará al equipo al que esperas unirte.
Solo ten cuidado de no repetir tu currículum. Tu currículum y carta de presentación son un paquete. No hay razón para incluir la misma información en ambos. Tu carta de presentación debe agregar algo a la conversación.
Proporciona contexto o agrega un elemento narrativo que no esté presente en tu currículum. También es una buena idea explicar cómo tus habilidades o experiencia son relevantes para el trabajo al que te postulas. Verifica la descripción del trabajo y sé específico.
Interesar
Explica lo que te interesó del trabajo. ¿Fue la empresa? ¿El tipo de trabajo que estarías haciendo? ¿La oportunidad de crecimiento? Cualquiera que sea el caso, explica qué te atrajo de la oferta. La mayoría de las empresas quieren contratar personas que quieran estar allí. Si muestra un interés genuino en el trabajo, es una marca en la columna positiva.
La información sobre cómo encontraste el trabajo no cuenta. De hecho, si tienes una línea sobre cómo encontraste el trabajo, probablemente puedas cortarla, ya que solo está ocupando espacio y realmente no tiene nada que ver contigo. La única excepción es si alguien que trabaja allí te derivó al trabajo.
Dejar caer un pequeño nombre puede ser algo bueno si el empleado es conocido y respetado. También recuerda no cruzar la línea entre mostrar interés y complacer. Ir por la borda puede ser contraproducente.
Compatibilidad
Este es definitivamente el elemento más difícil de dominar. Requiere que sepas sobre la empresa a la que te postulas. Es posible que debas investigar un poco y descubrir los valores y la dinámica de la empresa.
El tono de tu carta de presentación debe cambiar para coincidir con el de la empresa para la que esperas trabajar. Si estás postulando para una startup discreta que tiene un enfoque muy informal, debes igualar ese tono y hacer que su carta de presentación sea un poco más ligera. Si estás postulando a una firma consultora que es extremadamente formal y enfatiza la profesionalidad, tu tono deberá coincidir. La sabiduría convencional dice que los currículums y las cartas de presentación deben ser documentos “profesionales” que sean impersonales, pero los tiempos han cambiado.
Los reclutadores y gerentes de contratación buscan tener una idea de quién eres y cuál es tu personalidad a través de tu carta de presentación, para que puedan determinar si te unirás a su equipo. Deja que tu personalidad brille a través de ella.
Cuando combinas estos 3 elementos, tienes una receta fácil para el éxito de la carta de presentación. Hay muchas formas de mezclar estos elementos, pero si logras comunicar estas cosas esenciales, tu carta de presentación incluirá todas las notas que buscan los gerentes de contratación.