“La oferta de comida asiática aquí me decepcionó y decidí abrir mi propia escuela”
Lejos de su China natal, hace dos años que Luna (Xiao Wu) disfruta de los cielos despejados y azules de Barcelona, ciudad en la que se decidió a iniciar su propio emprendimiento: EsChina Space una escuela de cocina e idiomas. Desde allí, la joven profesora de chino nos habla de los pros y los contras de vivir en esta cosmopolita ciudad.
¿Hace cuánto tiempo que resides en España?
Hace casi dos años que resido en España. Elegí Barcelona porque desde hace tiempo tenía interés en conocerla. Además, después de trabajar en Ecuador unos años atrás quería ir a una ciudad internacional que me permitiera mejorar mi español.
¿Cómo encontraste la ciudad en cuanto a la posibilidad de conseguir trabajo?
Soy profesora de chino profesional, por eso tengo muchas oportunidades de trabajo en muchas ciudades. El hecho de poder hablar español e inglés me abre muchas, posibilidades sobre todo en países de habla hispana. Sin embargo, cuando llegué a España me di cuenta que mi trabajo no estaba muy bien remunerado, por ese motivo decidí abrir mi propio negocio.
¿Cómo es tu vida hoy?
Mi vida aquí es muy similar a la que llevaba en Beijing, que no es mi ciudad de origen pero viví allí muchos años. Una de mis mayores aficiones es degustar diferentes tipos de comida y aquí he podido descubrir platos deliciosos. Sin embargo, me decepcionó mucho la oferta de comida asiática, que echo mucho de menos. De hecho, este fue el motivo de que empezara a cocinar mucho en casa y que posteriormente decidiera abrir mi escuela de cocina asiática.
¿Qué es lo mejor y lo peor de tu nueva ciudad?
Lo mejor: el clima, la comida casera española y el medio ambiente. Beijing es una ciudad con clima continental y muy contaminada. Los inviernos y veranos son insufribles y hay muchos días en que el cielo está cubierto de una nube grisácea de contaminación. Al venir aquí, me parece que vivo en una primavera permanente y disfruto de los preciosos cielos azules. Sobre la comida, me encanta la comida casera española porque, muchas veces, los sabores me recuerdan a la cocina de mi pueblo en China.
Lo peor: hay varias cosas que me han costado bastante aceptar como, por ejemplo, el elevado precio de los servicios básicos, como el agua y la electricidad; los horarios de las tiendas, porque cuando yo tengo tiempo libre está todo cerrado; y, por último, que a la gente le cuesta mucho pagar un precio razonable para servicios de calidad. La presión para ajustar precios al máximo, aunque esto suponga bajar la calidad de los productos o servicios prestados, es muy fuerte. Aunque esto también pasa en China.
¿Qué significa para ti vivir en el extranjero?
Vivir en el extranjero debido a mi profesión de profesora de chino a hablantes no nativos es una excelente oportunidad para mi carrera profesional, ya que me da una experiencia muy valiosa. A nivel personal, me ha ayudado a abrir mi mente y a entender las diferentes culturas en occidente. Aunque, sinceramente, no ha supuesto un gran cambio. Mi primera experiencia en Ecuador fue mucho más dura.
¿Recomendarías Barcelona como destino para vivir?
Sin lugar a dudas. La ciudad es internacional, tiene historia, la comida es buena y no muy cara, el aire es limpio, el alojamiento es barato, entre otras muchas cosas. Definitivamente, la calidad de vida en Barcelona es muy buena.