“Irlanda es un país lleno de cultura, historia y música”
Una beca Erasmus llevó a Marta desde León hasta Cork (Irlanda). Hoy ya hace 10 meses que se ha embarcado en esta aventura que le ha permitido conocer gente de distintas partes del mundo, mejorar su inglés, adquirir experiencia profesional, aprender a decir ‘gracias’ en varios idiomas y descubrir que algunas despedidas son sólo un “¡Hasta pronto!”
¿Hace cuánto tiempo y por qué decidiste mudarte a Irlanda?
Parece mentira pero ya han pasado ¡10 meses! Vine a Cork con una beca Erasmus para realizar unas prácticas de comercio internacional durante tres meses.
¿Y cuál fue el motivo por el que te quedaste más tiempo?
Unas semanas antes de terminar las prácticas empecé a pensar en la posibilidad de buscar un trabajo para los meses de verano. La verdad es que, según empecé a buscarlo, me hablaron de la posibilidad de realizar otras prácticas durante cuatro meses. Eran en el departamento de marketing de otra empresa e incluían el alojamiento a su cargo. Me pareció una oportunidad laboral muy interesante para seguir mejorando el idioma y descubrir un nuevo sector y la forma de trabajar en otra empresa en Irlanda.
¿Qué es lo mejor de la experiencia de vivir en Irlanda?
La gente y la música. No esperes viajar a Irlanda y descubrir grandes monumentos, edificios, esculturas… Irlanda es un país lleno de cultura, historia y música, pero la manera de descubrirla es en el día a día en sus calles y en sus pubs, rodeada de gente. Nunca es demasiado pronto para tomar la primera pinta del día y para empezar conversación. ¿Dónde? en cada esquina. Vivir en Cork, además, te da la oportunidad de conocer a gente de cualquier parte del mundo: italianos, franceses, coreanos, brasileños… todos te aportan algo durante algún momento de tu estancia en la ciudad. ¡No habrá idioma en el que no sepas dar las gracias!
¿Qué ha sido lo más difícil hasta ahora?
Aprender a despedirme. Conoces a mucha gente en el trabajo, en las clases o en las fiestas y muchos de ellos acaban volviendo a su país o se mudan a otra ciudad. Y lo mismo cuando vuelves a España de vacaciones. Pero no creo que eso sea algo qué solo pase en Irlanda, simplemente que cuando llegas aquí y estás lejos de tu vida cotidiana, te das cuenta de que pasa. Con el tiempo le das la vuelta a la situación y al final te despides con un “¡hasta pronto!”
¿Te ha costado adaptarte?
Las dos primeras semanas. Estás en otro país con un idioma diferente, buscando alojamiento y esperando a sumergirte en un mercado laboral desconocido. Pero, para ser honesta, empiezas a conocer gente y darte cuenta de que la mayoría de los que te rodean están en la misma situación que tú. Eso te une y te hace ver las cosas desde una perspectiva más positiva y aprendes a disfrutar de las nuevas situaciones.
Sin embargo, me sorprendió el clima. La idea que tenemos es que en Irlanda está todo el día lloviendo, nublado y que hace mucho frío. ¡No es del todo verdad! No hay tanto sol como en España, es verdad, pero las temperaturas en Cork son templadas y cuando llueve –lo que no ocurre todos los días- es sólo durante un rato.
¿Qué le recomendarías a alguien que quisiera probar suerte allí?
Que reserve su billete de avión y que se venga. Con ganas de trabajar, de mejorar el nivel de inglés o de descubrir Irlanda, pero con la mente abierta para disfrutar del país, del idioma y de su gente.