Inteligencia Emocional en el Trabajo: Maximiza tu Rendimiento y Relaciones
¿Crees que eres emocionalmente inteligente? Por definición, es tu capacidad para comprender y gestionar las emociones. Podríamos decir que alguien es emocionalmente inteligente cuando puede regular cómo se siente, disipar discusiones fácilmente o mantener la calma en situaciones estresantes. Pero ¿cómo afecta la inteligencia emocional en el trabajo?
Una investigación realizada por el experto en inteligencia emocional Travis Bradberry sugiere que sólo el 36% de las personas tienen esta capacidad. Es una cifra sorprendentemente baja si se tiene en cuenta que ahora sabemos que la inteligencia emocional ayuda a los empleados a progresar y desempeñarse mejor. Además, un estudio de TalentSmart encontró que, en promedio, las personas que muestran una alta inteligencia emocional ganan $29,000 más cada año que los profesionales con un bajo EQ.
Entonces, ¿por qué es tan importante la inteligencia emocional en el trabajo?
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Mejora la comunicación
Para empezar, los empleados emocionalmente inteligentes tienden a ser mejores comunicadores, y una buena comunicación es clave para cualquier fuerza laboral sólida. Digamos que un empleado está nervioso cuando comienza a realizar una presentación frente a sus colegas. Podrían dejar que sus nervios se hicieran cargo, por lo que parecerían nerviosos o tropezarían con sus palabras. Esto socavaría su capacidad para transmitir las ideas y conceptos de su presentación. Por otro lado, un empleado emocionalmente inteligente reconocería los nervios como una respuesta emocional y mantendría el control. Esto les permitiría comunicarse con claridad y confianza.
Las personas emocionalmente inteligentes también tienden a manejar mejor los conflictos y las emociones negativas. Por ejemplo, si un empleado cree que la dirección no ha reconocido su papel en el éxito de un proyecto, puede sentirse frustrado y herido. Como resultado, podrían arremeter haciendo comentarios pasivo-agresivos o enviando un correo electrónico enojado. Pero es más probable que esto desencadene una respuesta negativa y pueda dañar las relaciones laborales.
Una respuesta emocionalmente inteligente sería si el empleado identificara y evaluara sus sentimientos antes de actuar en consecuencia. Luego, podrían abordar el problema desde un lugar más estable y lúcido y colaborar en la mejor manera de resolverlo. Es más probable que esto produzca un resultado positivo y mantenga una relación armoniosa con la gerencia.
Construye relaciones más sólidas con los colegas
Dado que una comunicación sólida es clave para una buena relación laboral, la inteligencia emocional puede ayudar a los empleados a establecer mejores conexiones con sus colegas.
Si un empleado tiene un EQ bajo, es posible que tenga dificultades para trabajar como parte de un equipo. Es posible que tengan poca capacidad para escuchar, se meta en discusiones o se niegue a asumir la responsabilidad por cualquier error. Es posible que tampoco sea muy consciente de los sentimientos de otras personas. Este tipo de comportamiento puede ser increíblemente perturbador para un equipo, rompiendo la confianza y la comunicación, además de afectar la moral en el lugar de trabajo.
Cuando un empleado muestra una alta inteligencia emocional, respeta las ideas y sentimientos de otras personas, incluso si no están de acuerdo. Esto significa que están abiertos a la colaboración y pueden expresar cómo se sienten en las reuniones sin ser desdeñosos ni confrontativos.
Los empleados emocionalmente inteligentes también son buenos para brindar apoyo. Pueden identificar cuando un colega está molesto por un problema laboral o personal y hablar con él de una manera que ayude a reducir el estrés y permita a la otra persona a sobrellevar la situación. Esto puede crear relaciones más sólidas en las que todos se sientan escuchados y apoyados, lo que puede llevarlos a trabajar más duro y permanecer en la empresa a largo plazo.
Ayuda a mejorar el rendimiento
Además de ser mejores jugadores de equipo, las personas emocionalmente inteligentes tienden a desempeñarse mejor. Bradberry analizó cómo el 90% de los empleados con mejor desempeño obtienen puntajes altos en inteligencia emocional. Un estudio realizado en una planta de fabricación de Motorola encontró que los empleados eran un 93% más productivos después de recibir capacitación en manejo del estrés y EQ. Entonces, ¿por qué los empleados emocionalmente inteligentes se desempeñan mejor? Hay varias razones.
Toman decisiones positivas, tienen mejores relaciones con sus compañeros y saben cómo gestionar el estrés. Además, cuando los empleados tienen gerentes emocionalmente inteligentes, están más comprometidos en el trabajo. Esto se debe a que los gerentes con un alto EQ a menudo brindan comentarios positivos y constructivos que se centran en lo que los empleados pueden hacer a continuación, no en lo que salió mal. Por lo tanto, es probable que los empleados comprendan cómo pueden mejorar su desempeño, lo que crea un equipo más motivado. Esto también conduce a una menor rotación. Según una investigación, los directivos que lideran con inteligencia emocional retienen al 70% de sus empleados durante cinco años o más.
Ayuda a los empleados a progresar en sus carreras
Los empleados emocionalmente inteligentes tienen una gran capacidad para empatizar, autorregularse y superarse. Para que puedan convertirse en líderes eficaces. En una encuesta de Lee Hecht Harrison Penna, el 75% de los encuestados utilizó EQ para determinar ascensos y aumentos salariales. Pero el 68% de las organizaciones en realidad no contaba con ninguna herramienta para identificar o desarrollar la EQ. Aun así, la mayoría de los empleadores dicen que las habilidades interpersonales y la inteligencia emocional son esenciales para el crecimiento y el éxito.
Por lo tanto, es vital incorporar la formación y los valores de EQ en el plan de desarrollo de un empleado. A continuación, se muestran algunos ejemplos de estrategias para garantizar el desarrollo de esta habilidad.
• Inscribir al personal en cursos de formación en inteligencia emocional, mindfulness y gestión del estrés.
• Establecer ejercicios de team building para que los empleados se conozcan fuera del trabajo.
• Fomentar una cultura de comunicación abierta con oportunidades periódicas para que los empleados expresen cómo se sienten y ofrezcan comentarios.
La inteligencia emocional puede tener un impacto profundamente positivo en el lugar de trabajo. Cuando las personas de una organización, en particular los líderes, muestran inteligencia emocional, se anima a todos a hacer lo mismo.