Ilusión, alegría e incertidumbre: tu primer día
Todos y todas hemos tenido un primer día en un empleo nuevo y hemos sentido esa mezcla de sensaciones entre ilusión y desasosiego. Intenta recordar las sensaciones de tu primer día de clase y te darás cuenta de que son muy parecidas.
Según las encuestas realizadas por los principales portales de empleo, casi el 70% de las personas afrontamos con más miedo el primer día de trabajo que las distintas entrevistas de selección que hemos ido superando para acceder a ese puesto.
Esta es la razón por la que no deberías sentir miedo
¿Qué es lo que nos genera esa incertidumbre? ¿Qué es lo que nos hace afrontar ese día con más miedo que ilusión? Son varios factores los que nos generan esa sensación. Trabajarlos es una responsabilidad compartida entre la empresa a la que nos incorporamos y nosotros mismos.
Piénsalo bien… ¡estás dentro! Has superado el proceso de selección y te has ganado el puesto compitiendo con personas que están tan preparadas y dispuestas como tú. Vamos a ver algunas claves para que afrontes tu primer día con ilusión y alegría minimizando la sensación de incertidumbre.
El departamento de RRHH sabe que tu primer día es clave
Los departamentos de Recursos Humanos de todas las compañías tienen en cuenta que el primer día es clave para el desarrollo del talento de las personas que incorporan.
En Adecco nos tomamos muy en serio nuestra responsabilidad de acogerte y hacerte sentir bien en tus primeros días. Nosotros te hemos elegido y estamos convencidos de que eres la mejor persona para ocupar el puesto, así que nos toca ponértelo fácil para que desarrolles todas las capacidades que has demostrado en el proceso de selección.
No pretendemos que sepas realizar todas las tareas de tu nuevo puesto de trabajo desde el primer día. Ni desde el segundo. Ni a partir de la primera semana… Cada puesto de trabajo tiene una curva de aprendizaje que hay que respetar. El proceso de incorporación, Onboarding, debemos compartirla contigo para que tengas toda la información, seguridad y tranquilidad suficientes. Así garantizamos una evolución correcta del nivel de desempeño en el nuevo puesto.
Ésta es nuestra parte de responsabilidad: ¡ponerlo todo para que puedas seguir demostrando que eres la persona adecuada para el puesto!
¿Qué debes hacer cuando te incorporarte?
Usa el sentido común, trata a las personas con respeto, no tengas miedo a preguntar y sigue estos consejos:
- Infórmate sobre la empresa donde vas a trabajar. Si no lo has hecho durante el proceso de selección, ¡hazlo ahora! Conocer sus valores, objetivos, historia, competencia… te aportará seguridad.
- Sé puntual. No subestimes la importancia de llegar a la hora. Es muy probable que el primer día no tengas muy claro cuál es la rutina de funcionamiento del equipo al que te vas a integrar. Incluso es posible que no tengas claro cómo se accede, si tienes que acreditarte… Llegar un poco antes, diez minutos, te dará tranquilidad.
- Vístete de forma adecuada. Parece una tontería, pero es importante que tengas clara la ropa que vas a ponerte: que sea cómoda y que se ajuste a la que llevan las personas con las que vas a trabajar. Si te han dado algún tipo de uniformidad, prepáratela el día anterior para no olvidarte nada.
- Prepara tu presentación. Seguro que ese día vas a tener que presentarte varias veces y a personas distintas. Cuando un discurso dura más de medio minuto involuntariamente dejamos de prestar la máxima atención. Prepárate una presentación de no más de 30 segundos explicando quién eres, qué hacías antes del trabajo actual y qué funciones vas a desempeñar. Este tipo de presentaciones se llaman Elevator Pitch y seguro que has oído hablar de ellas. ¡Trabájatela!
- Observa, pregunta y escucha. Ten una actitud abierta. Presta atención a cada detalle. Deberás interiorizar instrucciones, métodos, nombres… Valora la importancia de cada información y no tengas miedo a preguntar. Ten en cuenta que vas a recibir mucha información. No dudes en tomar nota de todo aquello que consideres oportuno, sé consciente de que nuestra capacidad para memorizar es limitada… Sé prudente, pero aprovéchate de tu condición de recién llegado: cuando empiezas de cero, tu objetividad funciona al cien por cien. Es el momento de aprender y mejorar, pero también es la ocasión ideal para aportar nuevas ideas.
¡A por el primer día!
Ten presente lo que te decía al principio: todos y todas hemos pasado por un primer día de trabajo. Incluso la persona que te ha seleccionado o la que te va a dar las instrucciones en tu primer día.
Lo fundamental es hacer este pequeño esfuerzo previo que te dará confianza y la transmitirá a los demás. Igual que has preparado tu proceso de selección, prepara tu primer día de trabajo y disfruta. ¿Quién dice que no se puede disfrutar al máximo en el primer día de trabajo?
Recuerda que has trabajado duro para conseguir el puesto y ha llegado tu momento. Respira hondo, da un paso adelante y ¡disfruta de tu nuevo puesto de trabajo!
Ferrán Lloveras, Director de Servicio y Calidad de Adecco Outsourcing