Hay que trabajar, trabajar y trabajar para lograr la mejor preparación técnica
Francisco Segrelles Cucala cumple este año cuatro décadas comprometido con la misión del Gref. Primero como Coordinador y luego como Presidente de la Asociación, Segrelles ha sabido capitalizar su experiencia al servicio de esta entidad y se ha convertido en todo un referente para quienes desean desempeñarse dentro del sector financiero.
“Trabajar, trabajar y trabajar para conseguir la mejor preparación técnica” es el reto fundamental que según el presidente de Gref deben enfrentar los jóvenes que pretenden impulsar su carrera dentro del ámbito de las finanzas. Preparación que, reconoce, deberán actualizar constantemente. Asimismo, agrega otra clave para ello: “estar abiertos a todo lo que esté relacionado con la profesión. Tener curiosidad por cuanto tenga que ver con su trabajo”.
Pero los desafíos no acaban aquí: “estar disponible, tener un reconocido espíritu de servicio. Estar identificado con la empresa, con un fuerte sentido de pertenencia, estando orgulloso de trabajar en ella”, también se incluyen entre los objetivos primordiales para destacar en el entorno laboral. “Si se comporta así, seguro que la empresa se lo compensará”, comenta el profesional.
Por otra parte, Francisco reconoce que “el riesgo y el cliente” son los temas de permanente preocupación en el sector financiero y, en este sentido, una mejora de la situación actual de éste ámbito se consigue a través de “una mayor profundización en los dos temas. Nunca se hará lo suficiente para analizar el riesgo con detalle y con perspectiva de futuro. Un buen proyecto, bien sustentado, siempre merecerá una financiación. Y nunca se hará lo suficiente por analizar las necesidades del cliente e intentar personalizar nuestra respuesta”.
Pero el Presidente del Gref también añade que este trabajo debe estar, idealmente, acompañado por un buen plan de comunicación que refleje la transparencia de la empresa: “que informe a la opinión pública y, en especial, a los clientes, de la situación de la entidad de forma clara, sencilla y con letra ‘grande’”.
Finalmente, Segrelles subraya que, siempre, “la obtención de los objetivos tiene las líneas rojas de una actuación basada en la ética y en el ‘bien hacer’”. En definitiva, una conducta conforme a los principios de la ética profesional que es la base de una proyección empresarial que respeta y acompaña el desarrollo de la sociedad.
