“Hay que saber adaptarse a los cambios y no tenerles miedo”

Según la encuesta Adecco de profesiones felices 2015, la docencia y el periodismo se encuentran entre las diez carreras mejor valoradas. Enric S. Bonilla se dedica a ambas actividades, desempeñándose como subdirector del programa radiofónico ‘El Momento Inútil’ y como maestro tutor de primaria. Hoy, el joven profesional comparte con nosotros su experiencia laboral y personal y nos cuenta las claves para avanzar en estos sectores.

¿Por qué decidiste formarte en estas dos profesiones (maestro y periodista)?

De pequeño me gustaba mucho grabar chiquilladas con la cámara de vídeo de mis abuelos sin que ellos se enterasen. Después les mostraba mis ‘películas’ y se las explicaba a toda la familia. Me divertía mucho todo ese proceso de buscarme una historia, planificar como podría crearla y pensar la mejor manera para hacerme entender. Es un poco lo que hacen los periodistas y los maestros con las personas que tienen delante.

Según una encuesta Adecco, la mayoría de los trabajadores que se dedica a estas actividades declara ser feliz en su trabajo. ¿Cómo es tu experiencia personal en este sentido?

Soy feliz en mi trabajo. Me gusta porque creo que son dos profesiones acumulativas de conocimiento. A medida que pasan los años tu mente solo te hace sumar experiencia y acumular aprendizaje, mejorar y buscar recursos. Constantemente me encuentro ante pequeños y grandes retos que me hacen salir de la zona de confort. Me gusta aprender de los compañeros de trabajo y, sobre todo, de la audiencia, la de las aulas o la de los medios, que confía en uno para que les cuente algo.

¿Cómo es un día cualquiera, laboralmente?

Empieza el domingo por la tarde, cuando me preparo y planifico lo mejor que puedo la semana laboral. De lunes a viernes me levanto bien temprano, normalmente antes de salir el sol. Recién levantado o bien hago algo de deporte o bien me siento ante el ordenador a preparar alguna cosa pendiente para mis clases o para el magazine de radio que hacemos por las tardes. Una ducha, un desayuno consistente y voy para la escuela en la que doy clases. Antes de las cinco de la tarde ya he salido de la escuela y me dirijo a Radio Sant Boi, la emisora donde hacemos en directo y grabamos el podcast de ‘El Momento Inútil’. Cuando vuelvo a casa, a eso de las 21 horas, puede ser que haga el deporte que no he hecho por la mañana o que me vuelva a poner en el ordenador a zanjar lo poco que me quede pendiente antes de cenar. Parece demasiado, pero en realidad se me pasa volando.

¿Qué es lo más reconfortante de tu empleo?

Lo mejor de mi empleo es aprender cosas nuevas a diario; charlar con la gente; crecer en lo personal y en lo profesional con ellos; disfrutar planificando lo próximo que hay que explicar; estar ocupado; sentirme activo y ver que lo que hago tiene un sentido.

¿Qué es lo más difícil o menos atractivo?

Lo más difícil es encajar los horarios para poder llegar a todo: poder estar con la familia y los amigos el tiempo que se merecen; hacer recados; deporte -el triatlón es mi preferido-; o simplemente pasarme un día entero sin hacer nada en el sofá. Sin embargo, no me quejo demasiado porque logro hacer encajar casi todo, con lo que disfruto mi día a día y soy un privilegiado por hacer lo que me gusta.

¿Cómo te imaginas tu futuro profesional?

El futuro lo veo como el pasado y el presente, siempre haciendo cosas. Tengo la certeza de que si haces lo que te gusta y disfrutas con ello, el mismo proceso te lleva a saltar un peldaño tras otro en lo profesional. Hasta ahora, aunque sea a pasos cortos, siempre he ido avanzando en mi profesión en todos los sentidos.

¿Recomendarías formarte en alguna de estas áreas? ¿Por qué?

Por supuesto que sí. Creo que la formación es uno de los pilares básicos de cualquier profesión. La formación no es solo apuntarse a cursos y charlas. La formación en educación y en periodismo pasa por saber adaptarse a los cambios, no tenerles miedo y estar siempre motivados para poder convertirse uno mismo en su propio maestro sin dejar nunca de lado el espíritu crítico.