“Hay que aprovechar mucho los vínculos”
Sin poder resolver el tema laboral en su ciudad natal, Abimael decidió intentarlo en Argentina. Ya hace dos años que reside en la localidad de Rosario (provincia de Santa Fe), donde también estudia ingeniería informática y convive con su pareja. Reconoce que conseguir empleo es más difícil de lo que esperaba, pero agradece la buena recepción que le brindaron los locales. Actualmente, sobrevive con trabajos puntuales y recomienda conocer bien el lugar y las costumbres antes de viajar.
¿Por qué decidiste salir de España?
Estaba trabajando en una empresa y por la crisis no me renovaron el contrato. Así que aproveché el último sueldo para venir de vacaciones a Argentina por un mes. Estuve recorriendo y visité a una amiga que tenía aquí y que ahora es mi actual pareja. Hablé con ella de las posibilidades de venir y luego, regresé a España y estuve todavía un año más buscando empleo allí. Pero estaba muy complicado. Así que finalmente tomé la decisión y hace dos años que estoy en Rosario. Al llegar aquí, aproveché que la enseñanza es gratuita y comencé a estudiar Ingeniería en Sistemas en la Universidad Tecnológica Nacional.
¿Tenías trabajo ya?
Llegué sin trabajo, venía preparado para esa situación. Pero también me habían dado falsas expectativas, como que aquí sería más fácil. La realidad es que Argentina es un país como cualquier otro. Si no tienes los papeles, las validaciones o acreditaciones de estudios, según qué trabajo, no te van a contratar. Un abogado, por ejemplo, tendría que hacer sus estudios nuevamente. Yo, todavía sobrevivo como dicen aquí con ‘changas’, trabajos puntuales que van saliendo: camarero, limpieza, etc. Pero nada estable. Tuve una semi-oportunidad en una empresa de informática, pero como estoy en segundo año de la carrera dicen que hay algunos conocimientos que me faltan.
¿Qué ha sido lo más difícil?
Una cosa que al español medio le choca bastante es la inseguridad y la picarezca argentina. Si eres un poco tímido o quedado, la puedes pasar mal. Pero, por otro lado, hay mucha gente muy abierta que enseguida te abre las puertas. También porque hay mucho lazo, mucha herencia española. La gente es más cálida, más sociable. Eso se agradece. En un bar te puedes poner a hablar con alguien que está en otra mesa y no hay problema.
¿Te has adaptado fácilmente?
No he tenido ningún problema para adaptarme. Aunque siempre hay alguien que puede hacer algún comentario fuera de lugar. Pero, en general, he tenido muy buena acogida.
¿Qué hay que tener en cuenta antes de probar suerte en la Argentina?
Para mí, el tema de la seguridad es importante. Conocer bien el barrio en el que vivirás. Enterarte a través de contactos cuáles son las zonas más inseguras. Y con respecto al trabajo, si puedes venir con el contacto o sabiendo hacer algo muy útil, mejor. Saber de electricidad o fontanería, por ejemplo, es un éxito. También aprovechar mucho los vínculos, tanto de familiares como de conocidos. Venir a un país sólo con tu ilusión puede ser una experiencia muy complicada. Luego, si eres una persona tímida, retraída o introvertida, yo no te recomendaría venir. Tal vez tienes suerte, pero es una ruleta. Los españoles se piensan que Argentina también es Europa, pero Argentina es Sudamérica. Y es muy distinto. Tiene sus costumbres y su cultura propia y debes conocerlas antes de venir, para no llevarte sorpresas. Y sobre todo, yo recomendaría a quienes quieren viajar por tema de trabajo, que no vengan si no tienen una perspectiva muy clara de qué es lo que podrían hacer aquí.