Los hackathones, lo último para impulsar la innovación en el ámbito de la salud
Inicialmente, los hackathones (palabra que proviene de la unión de las voces inglesas “hack” y “marathon”) nacieron como eventos de uno o varios días de duración con el propósito de que decenas de desarrolladores se reunieran en un recinto para crear, de forma colaborativa, software abierto. No obstante, con el tiempo, este concepto ha evolucionado hacia otros ámbitos y sectores.
Precisamente, uno de los que más en serio se lo está tomando es el sanitario, impulsado por la idea de poder mejorar los servicios de salud a través de la tecnología poniendo en común a los profesionales de ambos sectores. Todo ello, por supuesto, fuera de los cauces habituales de atención al paciente, como los hospitales, y de análisis de enfermedades, como los laboratorios.
El sector de la salud apuesta por los hackathones para mejorar sus servicios de forma innovadora Share on XEn concreto, se trata de reunir en grandes instalaciones diversos grupos multidisciplinarios de varias personas (generalmente cuatro o cinco, aunque podrían ser más) compuestos por médicos, estudiantes, catedráticos, ingenieros biomédicos y electrónicos, programadores, diseñadores, e incluso pacientes. Todos ellos trabajan durante el tiempo que dure el evento en idear un prototipo funcional de software, hardware o una combinación de ambos que ayude a resolver problemas relacionados con determinadas enfermedades.
Hackathones: mejora de los servicios de salud a través de la tecnología
Por ejemplo, estos equipos se pueden marcar el objetivo de desarrollar un dispositivo que almacene información del paciente para que, en caso de una urgencia, los profesionales sanitarios puedan acceder rápidamente a su historial médico independientemente donde se encuentren; crear una app de diagnóstico que ayude a la prevención de enfermedades; o idear un sistema para los adultos mayores, el cual, en caso de que sufran un desmayo o accidente, inmediatamente envíe una alarma al teléfono móvil de algún familiar y monitorice sus constantes vitales. Las opciones son muchas y variadas; y en algunos casos, son los propios organizadores de los hackathones quienes proponen el tema o la enfermedad sobre el que los asistentes al evento deben trabajar y focalizar sus esfuerzos.
Para hacer aún más atractiva la participación de estos equipos en los hackathones, sus organizadores suelen premiar los tres prototipos cuyas propuestas tengan el mayor potencial de éxito de sobrevivir a largo plazo, proporcionándoles, incluso, una sustancial cantidad económica para acelerar el proyecto en el que han estado trabajando.
Ejemplos de hackathones referidos al sector de la salud los hay en todo el mundo, comenzando por España con el Hackathon Salud, el cual organizan la Asociación de Investigadores en eSalud (AIES) y la agencia de comunicación COM SALUD, en colaboración con Veritas Sanitatis y Google Campus. Pero también encontramos otros en México, como el Hacking Health, o en Canadá, como el DementiaHack.
Y cada vez son más los que se unen a esta nueva forma de innovar en el ámbito de la salud fuera de los centros hospitalarios, con la ventaja de poder enfrentarse a los distintos proyectos desde el punto de vista y la experiencia de cada profesional que participa en el evento. Y todo ello, además, constituye un buen ejemplo de cómo el conocimiento abierto y la colaboración pueden ayudar a generar soluciones innovadoras para abordar los retos a los que se enfrenta diariamente el sector sanitario en todo el mundo.