3 frases que arruinan las entrevistas de trabajo
Dar un giro en tu carrera profesional es estresante, especialmente cuando te preparas para entrevistas de trabajo. Cada pregunta está diseñada para poner a prueba tus habilidades y personalidad y determinar si eres apto para el puesto.
En medio de esta presión, ciertas frases pueden desviar involuntariamente la conversación y dejar una impresión negativa en el entrevistador. Si bien las entrevistas de trabajo son un intercambio bidireccional, tus palabras juegan un papel importante a la hora de dar forma a la narrativa.
Algunas frases comunes pueden parecer inofensivas u honestas, pero pueden dar lugar a interpretaciones erróneas. En lugar de dejar al entrevistador con dudas sobre tus habilidades o actitud, es fundamental reconocer estos obstáculos y reformularlos en respuestas positivas y profesionales. El 33 % de los reclutadores saben si contratarán a alguien en los primeros 90 segundos de una entrevista.
A continuación, se presentan 3 errores comunes y cómo convertirlos en oportunidades para impresionar.
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Frase uno
“No tengo ninguna debilidad.”
A primera vista, esta podría parecer la respuesta perfecta a la temida pregunta «¿Cuál es tu mayor debilidad?». Sin embargo, afirmar que no tienes debilidades puede parecer arrogante o falta de conciencia de ti mismo. Todo profesional, sin importar lo exitoso que sea, tiene áreas en las que puede crecer. Los empleadores hacen esta pregunta para evaluar tu capacidad de reflexionar sobre tu desempeño y trabajar para mejorar.
Por qué esto te descarrila
Cuando afirmas que no tienes debilidades, pierdes la oportunidad de demostrar humildad y voluntad de aprender. También puedes indicarle al entrevistador que careces de las habilidades de pensamiento crítico necesarias para la autoevaluación.
Replantéalo
En lugar de negar las debilidades, reconoce un área que debes mejorar y enfatiza los pasos que estás dando para abordarla: “Un área en la que trabajo continuamente es en mejorar mis habilidades para hablar en público. Me uní a un club local para practicar y ganar confianza en las presentaciones ante grupos grandes. Estoy orgulloso de mi progreso y estoy ansioso por seguir mejorando”.
Esta respuesta destaca tres rasgos clave: autoconocimiento, resolución proactiva de problemas y mentalidad de crecimiento. Al demostrar que reconoces los desafíos y tomas medidas prácticas para superarlos, te posicionas como un candidato que valora el desarrollo personal y profesional.
Frase dos
“Realmente necesito un trabajo.”
Es natural sentir una sensación de urgencia cuando se busca un nuevo puesto, especialmente si se está entre dos empleos o te enfrentas a presiones económicas. Sin embargo, decirlo abiertamente puede hacer que parezcas desesperado o desorientado. Los empleadores buscan candidatos realmente interesados en el puesto y en la empresa, no solo alguien que busque cualquier oportunidad disponible.
Por qué esto te descarrila
Esta frase cambia el enfoque hacia tus necesidades en lugar de hacia cómo puedes contribuir a la organización. También puede sugerir que no has investigado sobre la empresa o que te irás cuando surja una oportunidad diferente.
Replantéalo
Demuestra entusiasmo por el puesto y alinea tus objetivos con la misión de la empresa: “Me sentí atraído por este puesto porque combina mi pasión por [campo o habilidad específica] con la oportunidad de contribuir a [objetivo/misión de la empresa]. Estoy entusiasmado por la oportunidad de crecer aquí y agregar valor al equipo”.
Este enfoque demuestra que has hecho tu tarea, que entiendes los objetivos de la empresa y que estás motivado para generar un impacto significativo. Replantea la conversación en las entrevistas de trabajo para destacar tu alineamiento con las necesidades de la empresa en lugar de centrarte en tus circunstancias.
Frase tres
“No me gustaba mi último jefe ni mi último equipo”.
Cuando se te pregunta sobre tus puestos anteriores, es tentador desahogarse hablando de un gerente difícil o un ambiente de trabajo tóxico. Sin embargo, hablar negativamente sobre empleadores anteriores puede ser una señal de alerta para los entrevistadores. Es posible que se pregunten si es difícil trabajar contigo o si eres propenso a generar conflictos.
Por qué esto te descarrila
Criticar a un exjefe o a un exequipo durante las entrevistas de trabajo sugiere falta de profesionalidad y madurez. También puede hacer que el entrevistador cuestione tu capacidad para afrontar los desafíos de manera constructiva.
Replantéalo
En lugar de centrarte en los aspectos negativos, considera la experiencia como una oportunidad de aprendizaje: “Tuve la oportunidad de trabajar con distintos estilos de liderazgo en mi último puesto y, si bien había algunas diferencias en el enfoque, aprendí a adaptarme y colaborar de manera eficaz para alcanzar nuestros objetivos. Me enseñó la importancia de la comunicación y de comprender diferentes perspectivas”.
Esta respuesta centra la atención en lo que has aprendido de la experiencia y muestra tu capacidad para afrontar los desafíos con una actitud positiva y orientada a la búsqueda de soluciones. También destaca tu capacidad de adaptación y tu voluntad de aprender en diversos entornos de trabajo.
Por qué es importante reformular
Cada pregunta en las entrevistas de trabajo es una oportunidad para contar tu historia y demostrar tu valor. Si bien ciertas frases pueden desviar la conversación sin querer, replantearlas te permite convertir los posibles obstáculos en momentos de fortaleza:
- Demuestra inteligencia emocional.
- Mantiene el enfoque en el valor.
- Genera confianza y relación.
Las entrevistas de trabajo tienen que ver tanto con lo que dices como con cómo lo dices. Si abordas estas situaciones con conciencia de ti mismo y profesionalidad, dejarás en el entrevistador una impresión duradera de tu potencial.