Evidentemente no son las frases en sí, sino las ideas que se esconden detrás de ellas las que muchas veces nos impiden cambiar, crecer, avanzar y desarrollar nuestro potencial. Reconocer esas actitudes es un primer paso para repensar un nuevo modo de enfrentar nuestra realidad y fomentar el desarrollo profesional.
Estas cinco frases indican visiones pesimistas que podrían estar afectando negativamente nuestras decisiones y que pueden obstaculizar nuestro desarrollo profesional:
- “Es imposible”: La gente que tiende a menospreciar o negar los logros ajenos, restándoles credibilidad, suele pensar del mismo modo respecto a sus propias posibilidades de avanzar en la vida.
- “No puedo”: Centrarnos excesivamente en aquello que no logramos realizar o con lo que tenemos algún inconveniente, resta espacio para pensar en soluciones alternativas y hacer foco en lo que sí es posible. Un proyecto laboral implica una serie de desafíos, destacar continuamente sólo aquello que nos resulta difícil, oculta a su vez todos los otros aspectos que sí lograremos superar. Que el árbol no te tape el bosque, una dificultad en el camino no tiene porqué ser un impedimento para llegar a destino.
- “Es mejor si lo hago yo solo”: La obsesión por no aceptar ayuda de nadie ni delegar tareas es un modo de complicar nuestro propio camino. Quienes se niegan a escuchar consejos ajenos o recibir colaboración, se encierran a sí mismos en su propia testarudez y diseminan piedras que obstaculizan su andar.
- “No hay que olvidar los detalles”: El perfeccionismo excesivo es un modo de negarnos a avanzar. Es prácticamente imposible controlar todos los detalles. Detenernos más tiempo del necesario en pulir cuestiones intrascendentes e irrelevantes es no poseer suficiente criterio para distinguir lo fundamental de lo accesorio ni saber aceptar nuestras propias limitaciones.
- “No tengo lugar en la agenda”: Las personas que se ciñen demasiado a lo planificado y no son capaces de reorganizar sus actividades tienden a dejar pasar grandes oportunidades. Adaptarse al cambio, ser flexible, improvisar y aprovechar al máximo todo lo que se nos presenta día a día nos permitirá sacar ventaja de cada una de estas situaciones para alcanzar nuestros verdaderos objetivos.
¿Piensas a menudo cosas como estas? Quizás llegó la hora de reflexionar sobre las estrategias para alcanzar tus objetivos y replantearte tus propias actitudes para ello.
