Hace ya bastante tiempo que dominar idiomas extra más allá de nuestra lengua materna ha dejado de ser un valor añadido en el currículum para convertirse en un requisito esencial.
El inglés es, sin duda alguna, el idioma estrella, puesto que se ha erguido como lengua franca en el mundo de los negocios. Dominar esta lengua es prácticamente esencial en un mundo cada vez más globalizado, en el que una gran parte de las compañías realiza al menos parte de su actividad más allá de sus fronteras.
Sin embargo, según datos del reciente Eurobarómetro “Los europeos y los idiomas” solamente un 27% de los españoles dice poder expresarse en otra lengua distinta a la propia sin dificultad. Además, según el mismo estudio, el 63% de los alumnos españoles no comprende el inglés hablado una vez terminada la ESO.
Teniendo en mente estos datos y habida cuenta de la alta demanda y la poca oferta que rigen en la actualidad nuestro mercado laboral, cabe concluir que la formación en idiomas es algo más que necesario para cualquier persona que esté tratando de encontrar trabajo.
Si el inglés no nos seduce, y, además, teniendo en cuenta que el dominio de esta lengua se da a menudo casi por sentado, hay muchos otros idiomas que pueden sernos útiles en nuestra vida laboral. También según el Eurobarómetro, los españoles consideran que las lenguas que pueden ser más útiles para su desarrollo personal son, además del inglés (82%), el francés (15%), el alemán (14%) y el chino (13%).
Pero más allá de la utilidad de los idiomas para encontrar un trabajo aquí y ahora, los idiomas son también la puerta hacia la internacionalización. Si soñamos con trabajar fuera de nuestro país, dominar el idioma del país hacia el que nos queremos encaminar es clave para lograrlo. En cualquiera de los dos casos, es muy recomendable apostar por la formación idiomas como una inversión en nuestro futuro.
