Ferran Adrià, intuición y osadía creativa
Sin haber pasado por la universidad y habiendo comenzado su carrera como pinche en el restaurante de un hotel, Ferran Adrià es hoy dueño de un prestigioso laboratorio de comida donde el único límite posible a la creación parece ser la imaginación. Helados salados, gelatinas calientes, frutas liofilizadas, entre otros cientos de innovaciones, constituyen un universo culinario que el chef barcelonés ya convirtió en tendencia gastronómica.
Pero recorramos algo de su historia profesional: con 18 años, mientras cumplía el servicio militar en Cartagena, Ferrán aceptó la propuesta de un amigo para entrar como pinche en El Bulli (prestigioso restaurante ubicado en Roses, Girona). Sin embargo, su talento y osadía creativa no pasarían desapercibidos y tan solo un año y medio después, aquel joven inexperto se convertiría en el jefe de cocina.
Años más tarde, en 1990, junto a su socio, Juli Soler, Ferran haría realidad su sueño de comprar el restaurante y lo convertiría en un verdadero santuario de la libertad y la creatividad. Entrando en fusión y diálogo con las más variadas disciplinas (arte, ciencia, nutrición y diseño) y proponiendo una cocina revolucionaria, El Bulli se hizo –gracias a Adrià- con su tercera estrella Michelin y redefinió la gastronomía para siempre, abriendo sus puertas solo durante seis meses al año.
Ferran Adrià, intuitivo, creativo y transgresor. La historia de un innovador nato. Share on XFerran Adrià es el inventor de la cocina de la “deconstrucción” basada en el respeto de las armonías pero el replanteamiento y la transformación de las texturas, las formas y las temperaturas de cada ingrediente. Y creó también los conceptos “nhube” (espacios en los que se combina gastronomía, descanso y ocio) y “fast-good” (comida rápida de calidad).
Pero no solo eso, Adrià presentó productos innovadores como el bulliolor (ambientadores para comidas) y el espesso (café sólido), además de cientos de estimulantes ideas que se convirtieron en irresistibles imanes para chefs y creativos del mundo.
Finalmente, el 30 de julio de 2011, el talentoso cocinero se despidió de su primer gran proyecto con el “último vals del Bulli”, el último servicio del mítico restaurante, y se embarcó en una nueva propuesta aún más audaz: “El Bulli Foundation”, donde el chef sigue hoy desplegando sus alas y dando vida a increíbles ideas.
El proyecto está articulado en dos espacios principales: El Bulli 1846 (ubicado donde funcionaba el restaurante), que abrirá a finales de este año como una especie de museo de la gastronomía; y el BulliLab, en la ciudad de Barcelona, donde ya funciona un centro de investigación y creación gastronómica.
Intuitivo, creativo, transgresor, Ferran Adrià posee un sentido especial para la originalidad y por su osadía y compromiso profesional es un protagonista Adecco con luz propia.