Antes de emprender: ¿Es necesario un estudio de mercado?
La respuesta es bastante evidente: Sí, y prácticamente todo emprendedor sabe que antes de iniciar un negocio debe realizar un estudio de mercado.
Es cierto que muchos negocios se lanzan al mercado sin una investigación previa y sin embargo tienen éxito; pero es igualmente cierto que una investigación bien realizada ha salvado del naufragio a miles de start ups, permitiéndoles redefinir sus ideas y seguir adelante.
La falta de presupuesto no puede ser una excusa para no realizar un estudio previo. El riesgo es demasiado elevado y en la actualidad existen innumerables alternativas para llevar adelante investigaciones con poco presupuesto. Incluso tú mismo, si te lo planteas de manera seria y profesional, podrías realizar una investigación que te permita conocer la viabilidad de tu emprendimiento.
La seriedad con que encares tu estudio es la primera clave. No se trata de consultar a los amigos y familiares, ni de recolectar información online sobre la competencia. Una investigación profesional requiere de un objetivo claro y del uso de metodologías y herramientas bien seleccionadas.
En líneas generales, el objetivo más habitual de todo emprendedor es saber si realmente tiene entre manos una buena idea, pero las formas para desvelar este interrogante son diversas. Los estudios de mercado utilizan distintas metodologías: como las cuantitativas (específicamente de datos numéricos), cualitativas (que permiten indagar, por ejemplo, sobre las opiniones, intenciones o ideas del público) o un cruce entre ambas.
El objetivo planteado permitirá seleccionar el tipo de metodología y las herramientas (encuestas, entrevistas, sesiones de grupo, etc.) que mejor se adapten a la investigación. Y finalmente, habrá que escoger la muestra o universo de personas sobre las que aplicar las distintas técnicas para recolectar los datos necesarios.
El análisis de mercado tiene una doble orientación, por un lado hacia el consumidor (para ver hasta qué punto la compra del producto es factible) y, por otra parte, hacia la competencia (que permite saber si el producto es diferente a los que ya están a la venta y si tiene un precio competitivo).
Un estudio serio y bien realizado demandará tiempo, investigación y esfuerzo, pero te permitirá valorar tu mercado, tu público objetivo y tu competencia. Datos imprescindibles a la hora de plantearse un negocio que te permita obtener ganancias reales.