Tanto las administraciones (públicas y privadas) como cada uno de los ciudadanos debemos procurar una gestión más equilibrada de los recursos, es decir, debemos comprometernos con la sostenibilidad.
Esta palabra, que parece estar muy de moda, no significa más que el esfuerzo necesario para lograr que nuestro medio ambiente perdure y permanezca en el tiempo. ¿De qué modo? Desarrollando hábitos, métodos, procesos y sistemas que sean sostenibles, es decir, que sean compatibles con los recursos que dispone la región para no poner en riesgo su existencia.
Ahora bien, la ciudad sostenible ideal buscará autoabastecerse energéticamente y aprovechar sus propios residuos para reutilización. Una premisa que demanda que muchos profesionales y ciudadanos orienten sus esfuerzos a este fin.
Actualmente, algunas organizaciones elaboran anualmente listados de las ciudades más sostenibles del mundo en reconocimiento del trabajo que realizan sus administraciones y ciudadanos. Y la red C40 (Grupo de Liderazgo Climático) premia este esfuerzo con galardones a los distintos programas llevados a cabo en dichos entornos. En 2015, las ciudades premiadas fueron:
- Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Premio Implementación de la adaptación: por su programa integral de conservación y gestión de la demanda de aguadirigido a minimizar el desperdicio de este recurso y promover el uso ecoeficiente del mismo.
- Rotterdam (Países Bajos). Premio Planificación y evaluación de la adaptación: por la incorporación de medidas de desarrollo urbano sostenible y actividades de mantenimiento y renovación.
- Nueva York (EEUU). Premio Eficiencia energética en edificios: Por el plan One City: Built to Last(Una ciudad: Construida para durar) que en el plazo de 10 años planea mejorar la eficiencia energética de 1 millón de edificios de la ciudad.
- Vancouver (Canadá). Premio medida y planificación de emisiones de carbono: por las medidas implementadas en 10 áreas: entre ellas, el empleo verde, el control de emisiones de carbono, la mejora del entorno urbanístico, el cuidado de zonas verdes y la mejora en la alimentación de sus ciudadanos.
- Johannesburgo (Sudáfrica). Premio Finanzas y desarrollo económico: por su Green Bond(Bono Verde) para financiar la elaboración e implementación de estrategias que reduzcan la vulnerabilidad frente al cambio climático.
- Washington (EEUU). Premio Energías verdes: por su acuerdo para la compra de energía con Iberdrola Renovables, quesuministrará un 30% de la electricidad del distrito con un campo de energía eólica de 46 megavatios. La mayor compra de energía eólica de una ciudad estadounidense.
- Boston (EEUU). Premio ciudades inteligentes: por su plataforma Greenovate Boston que enlaza en un solo sitio todos los diferentes programas verdes que se llevan a cabo en la ciudad, para simplificar su gestión, permitiendo estudiar la relación entre las distintas iniciativas y que los ciudadanos puedan participar de ellas.
- Wuhan (China). Premio Gestión de residuos: por la iniciativa iniciada en 2009, de control integral, rehabilitación ecológica y aprovechamiento del vertedero de Jinkou. Que continuó en 2012 con su restauración ecológica para que fuera el principal punto de encuentro de la 10ª Exposición Internacional de Jardinería de Wuhan en 2015.
- Estocolmo (Suecia): Premio Comunidades sostenibles: por Puerto Real de Estocolmo(SRS) lugar elegido para implementar las mejores prácticas ecointeligentes y convertirlo en un modelo de desarrollo urbano sostenible.
- Nanjing (China): Premio Transporte urbano: una de las tres ciudades chinas seleccionadas para la promoción de los vehículos de energía alternativa, y que ha incluido políticas de subvenciones gubernamentales, tanto para el precio del vehículo, como de la electricidad y de los puntos de recarga.
