Es importante invertir en formación práctica
En 2012, después de mucho tiempo de preparación y esfuerzo, la pareja de odontólogos argentinos, María Belén Trías y Astor Bálsamo, hicieron realidad el sueño de su clínica propia en Barcelona. Su plan de empresa recibió el primer premio “Clínica del futuro” de la Gaceta Dental, en reconocimiento a su viabilidad técnico-económica, calidad y originalidad. Una historia de estudio, trabajo y dedicación que se forjó entre Argentina y España.
¿Cuándo y por qué decidiste emprender?
Digamos que siempre estuvo en mi cabeza; desde los 6 años que quería ser odontóloga y después tener mi clínica propia. Cuando finalmente vinimos con Astor a vivir a Barcelona, en 2008, ya sabíamos que teníamos que homologar el título y abrir la clínica. Pero los tiempos no siempre son los que uno quisiera y a finales de 2011, decidimos apostarlo todo a nuestra profesión. A pesar de que las épocas de crisis son complicadas para obtener financiación, suelen ser un buen momento para desarrollar la creatividad y buscar diferentes fuentes de inversión.
¿Qué fue lo primero que hiciste cuando te decidiste a emprender?
Comencé a buscar los recursos que brindaba el ayuntamiento para aprender aquellos temas que eran nuevos para mí: dirección de empresa, marketing, financiación, etc. Hice cursos en Barcelona Activa y me ayudaron a armar el plan de empresa. Gracias a su aval fue que pude presentar este plan en bancos y en publicaciones para pedir financiación. Así conseguimos, por ejemplo, el primer premio “Clínica del Futuro” de la revista de odontología Gaceta Dental. Eso nos ayudó mucho, además de darnos confianza en nuestro proyecto.
¿Qué requisitos crees que debe reunir alguien que quiere dedicarse a la odontología o trabajar en el sector?
La odontología es como un trabajo artístico, donde hay que vigilar hasta el último detalle.Debemos aprender a cuidar la higiene y el orden al máximo. Es todo muy minucioso. Para los auxiliares, además, son muchas horas de trabajo. Y también hay que estar con la gente, saber escucharla y acompañarla.
Cómo odontólogos, ¿Qué ha sido lo más difícil?
A nivel empresa, fue conseguir la financiación, las habilitaciones y los tiempos, que no suelen ser los que uno quisiera. Y hoy a nivel profesional, lo más difícil es conseguir trabajo.
¿Y qué ha sido lo que más satisfacción les ha brindado?
Como empresa, el día que inauguramos la clínica Ed·Dent…¡Y entró nuestro primer paciente a pedirnos un turno! Fue una satisfacción enorme. Y profesionalmente, cada vez que terminas un tratamiento grande y el paciente vuelve a sonreír. Siempre recordaré a una mujer a la que le hice una rehabilitación dental y se echó a llorar de la emoción. Es realmente reconfortante devolverle a la gente la posibilidad de sonreír o comer normalmente.
¿Qué le recomendarías a alguien que quiere trabajar en el sector?
Yo les recomendaría que inviertan en formación práctica. No hablo de costosos cursos o masters. Creo que lo más importante es la formación que te brinda la experiencia. Encontrar a un profesional que te permita aprender la práctica junto a él es lo mejor . Ese conocimiento no viene en los cursos teóricos, se aprende observando y trabajando en boca. Por otra parte, en cuanto a las ofertas, si bien todo parece estar muy concentrado en las grandes ciudades, yo les diría que estén dispuestos a ir a buscar oportunidades a los pueblos, donde hoy hay mucho más empleo para nosotros.