“Es cuestión de luchar por lo que quieres conseguir”
Irene Martínez tiene 25 años. Desde hace casi 2 años vive y trabaja en Londres. Empezó con un trabajo de camarera, después estuvo como Sales Assistant en una tienda de ropa en pleno Piccadilly Circus. En septiembre del año pasado consiguió unas prácticas en una agencia de Marketing Online. Desde entonces ha formado parte de diferentes proyectos. Está satisfecha con su decisión y recomienda la experiencia.
¿Hace cuánto tiempo y por qué decidiste dejar tu ciudad?
Llegué a Londres hace casi 2 años, el 15 de mayo de 2012; un día después de hacer el último examen de la carrera cogí un avión rumbo a Londres sin billete de vuelta. Elegí Londres porque es una de las ciudades europeas con menor tasa de paro, y en su momento era relativamente fácil encontrar un puesto de trabajo en una tienda o un restaurante. Además, quería perfeccionar mi nivel de inglés. Aunque puede que Londres no sea la mejor opción para practicar el idioma por la cantidad de extranjeros que hay, a mi me funcionó por mi interés en relacionarme con gente que no fuera española, especialmente en el trabajo.
¿Qué fue lo primero que hiciste cuando decidiste emigrar?
Lo primero que hice fue informarme de todo lo que necesitaba para trabajar allí. Aunque Reino Unido pertenece a la Unión Europea, y no se necesita ningún permiso ni visado para trabajar en el país anglosajón, necesitas una serie de documentos, como por ejemplo el NIN (el equivalente al número de la Seguridad Social español), la Tarjeta Sanitaria Europea (una vez que encuentras trabajo en el país, tienes la sanidad regulada como cualquier otro ciudadano), etc. También me informé sobre las zonas en las que vivir, buscar trabajo, cómo abrir una cuenta bancaria, tarifas de las compañías telefónicas, etc. Al principio puede parecer algo complicado, porque tienes que hacer todo esto en un país que no es el tuyo, y sobre todo, en una lengua en la que muchas veces no te sientes del todo cómodo. Pero es bastante sencillo, la gente de Londres está acostumbrada a tratar con extranjeros cada día, y te ayudan en todo lo que puedan para facilitarte cualquier trámite.
¿Ya tenías trabajo antes de llegar o lo conseguiste allí? ¿Cómo lo hiciste?
Contraté a una agencia para que me encontrara trabajo, ya que mi nivel de inglés era muy bajo en ese momento, y dado que mi idea inicial era estar únicamente el verano de 2012, no quería tardar en encontrar el trabajo. La verdad es que la agencia se encargó de todo, y yo simplemente me dediqué a hacer las entrevistas de trabajo que tenía contratadas, y en menos de una semana ya tenía una. Empecé como camarera, por dos meses, y después comencé a trabajar como Sales Assistant en una tienda de ropa en pleno Piccadilly Circus, dónde estuve hasta octubre del 2013.
¿Cómo es la vida en tu nueva ciudad? ¿Cómo ha sido tu adaptación?
En estos momentos, estoy muy contenta de la decisión que tomé hace casi dos años. En septiembre del año pasado comencé unas prácticas en una agencia de Marketing Online, durante cuatro meses, y a partir de ahí, he formado parte de diferentes proyectos dentro de la misma disciplina. Debido a eso, en cuanto al tema laboral no puedo quejarme. Respecto a la adaptación, al principio cuesta, es una ciudad muy diferente al resto. Todo pasa deprisa, no hay más que darse una vuelta por la City para ver a la gente corriendo con un café en la mano. Pero también la mentalidad es distinta. Es una ciudad en la que puedes hacer prácticamente de todo, y puedes intentar todo lo que te propongas. Debido a su multiculturalidad, la gente tiene la mente muy abierta y ponen en práctica ideas que en España sería imposible.
¿Qué le recomendarías a alguien que quisiera probar suerte en Londres?
Yo recomendaría a todo aquel que quiera venir que no piense que Londres es una ciudad en la que el cielo está gris día si y día también, sino que es una ciudad increíble, llena de oportunidades, que te hace ver las cosas de otra manera. Todo aquel que esté dudando si venir o no la ciudad del Támesis, que se anime porque es una experiencia que merece la pena vivir; una cultura, una forma de trabajo, una forma de ver las cosas… Totalmente diferente que tiene que ser visto de cerca. Es una ciudad en la que puedes conseguir prácticamente todo lo que te propongas porque la gente te da la opción de intentarlo. Simplemente es cuestión de luchar por lo que quieres conseguir, moverte mucho de un lado a otro y poner muchas ganas en cada día.