9 conductas que hacen fracasar a los emprendedores
Publicación
06 de noviembre de 2014
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Emprender es un trabajo a tiempo completo en el que nuestra actitud y nuestras conductas tienen una gran importancia. Las ventajas de no tener jefe, tienen aquí su contrapartida: la responsabilidad de ser nuestro propio jefe 24 horas al día.
Si encaras tu proyecto conservando ciertas actitudes negativas o malos hábitos, hasta el mejor de los negocios podría naufragar. Hoy te traemos 9 conductas que pueden hacerte perder una gran oportunidad como emprendedor:
- No estar abierto a otras opiniones: la sensación de tener una excelente idea y saber todas las respuestas de antemano es una falsa ilusión que embarga a muchas personas cuando tienen un negocio en mente. La falta de autocrítica y el desinterés por las opiniones de los otros suele ser un muy mal compañero a la hora de lanzarnos a emprender. Si bien no es necesario oír las críticas de todo el mundo, escuchar qué es lo que otros tienen que decir nos puede poner en alerta sobre cuestiones importantes que quizás no hemos considerado con detenimiento.
- No saber delegar: debes tener presente que tu prioridad a partir de ahora será dirigir tu emprendimiento y por ello, será necesario confiar en otras cuestiones del día a día. No te sobrecargues con tareas que otros podrían hacer igual de bien o aún mejor que tú. Tu prioridad no debe estar en hacerlo todo, sino en supervisar, evaluar y tomar las decisiones correctas.
- No conocer en profundidad tu producto y tu mercado: existen muchos proyectos que aún cuando parecen excelentes ideas pueden tener grandes desventajas: no tener un mercado definido, no dejar suficiente margen de ganancia, no tener capacidad para escalar (aumentar su tamaño y recursos). Invierte tiempo en conocer muy bien tu mercado, tu producto y su capacidad de generar ganancias reales.
- No saber brindar una buena atención al cliente: es importante que este eslabón de la cadena que une tu negocio con tu público sea sólido, constante y confiable. Debes estar preparado para resolver a tus clientes cualquier inconveniente que pueda surgir con tu producto o servicios y asegurarte que cada una de tus intervenciones les deje satisfecho. La confianza de tu público es tu primer gran desafío a alcanzar. Si lo logras, será además tu mejor publicidad.
- No hacer marketing: la confianza en tu producto/servicio debe traducirse en acciones concretas: pagues por publicidad o no, tú debes ser el primero en difundir al máximo las ventajas de lo que ofreces.
- No tener un plan: una buena idea no es suficiente si no hay una visión de futuro que la acompañe. Piensa de modo escalonado y traza objetivos alcanzables y realistas para el año. Así, podrás avanzar con una dirección prefijada que evitará que te sientas sin rumbo.
- No animarse a tomar decisiones: emprender significa primordialmente tomar decisiones en todo momento. Cuando decidimos debemos estar dispuestos a equivocarnos y a descartar otras opciones que también podrían haber funcionado. Pero lo importante no es elegir siempre lo mejor sino hacerlo sobre la base de un criterio establecido. Sigue tu plan y toma decisiones acorde con él. El temor a equivocarse puede también convertirse en un obstáculo imposible de sortear.
- Culpar a otros de nuestros fallos: las excusas y la búsqueda constante de un culpable, no son más que modos de evadir nuestra propia responsabilidad sobre lo que ocurre con nuestro proyecto.
- No llevar un control sobre los números: tener una dirección y seguir un plan pre-establecido implica hacer constantes mediciones y evaluaciones de los resultados. Llevar el máximo control de los números de tu negocio te permitirá detectar rápidamente si algo está fallando para tomar las medidas necesarias y solucionarlo a tiempo.
Emprender demanda mucho esfuerzo y responsabilidad. Toma las riendas de tu negocio y no permitas que ninguna de estas conductas nocivas arruine todo tu esfuerzo.
Etiquetas: emprendedores, errores
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