Conseguir una entrevista laboral ya es todo un trabajo. Las expectativas, la ansiedad y la presión de dar lo mejor de uno mismo, muchas veces, se pueden ver obstaculizadas o frustradas por distintas cuestiones que se nos escapan de las manos, desencadenando una entrevista laboral fallida.
Si has sido convocado para una entrevista, pero sientes que ese día tu comportamiento no ha sido el ideal y te has quedado con el sabor amargo de haber podido hacerlo mucho mejor, piensa que no todo está perdido. Si bien, no hay forma segura de resolver la situación, lo último que debes perder es la esperanza.
Los empleadores y entrevistadores también son seres humanos que pueden tener un mal día y que son totalmente capaces de entender que tú hayas tenido uno. Por eso, aunque salgas con la sensación de haber tenido una entrevista laboral fallida, toma la iniciativa y no desesperes. Al regresar a tu casa, redacta tu carta de agradecimiento refiriéndote brevemente a los motivos por los cuales no has realizado la entrevista del modo en que hubieras deseado –pero sin profundizar demasiado en ellos- y haciendo especial hincapié en:
- Tu especial interés y aptitud para el puesto.
- La sensación de no haber podido demostrar ese verdadero interés y entusiasmo.
- El deseo de tener una segunda oportunidad para expresar con mayor claridad tu motivación real y tu aptitud para el trabajo.
- La opción de contactar a tus referencias.
La iniciativa es una de las cualidades laborales más valoradas. Si bien, los entrevistadores no siempre tienen la posibilidad de brindar una segunda oportunidad, intentarlo no te costará nada y, quizás, pueda salvar tu candidatura.
