Emprender es un camino muy largo
Fundador y CEO de HallSt, la start-up española que ha sido reconocida entre las más innovadoras en el sector viajes y eventos a nivel mundial, Alfredo Ouro nos invita a conocer cómo se gestó este emprendimiento y nos brinda consejos para desarrollar con éxito nuestros propios proyectos profesionales.
¿Qué es y cómo surge HallSt?
Es un buscador que ofrece información sobre cualquier tipo de acontecimiento (musical, deportivo, profesional, privado, etc.) complementando la oferta con hoteles y restaurantes de todo el mundo. En un solo clic y en una única pantalla los usuarios tienen la posibilidad de encontrar toda la información de estos tres productos perfectamente estructurada alrededor de un mapa interactivo, comparar precios y reservar sin cambiar de web. El proyecto nació hace tres años como un buscador de reservas de hotel de segunda mano (mercado secundario) pero al darnos cuenta de que la demanda se concentraba en momentos en que había un evento y lo complejo que resultaba organizar un viaje al mismo, decidimos profundizar en un nuevo concepto de planificador de viajes y ocio con los eventos -de todo tipo- como elemento central. A partir de ahora, los usuarios pueden conocer y considerar los eventos que suceden a su alrededor dondequiera que estén o dondequiera que vayan y combinarlos con otros productos sin tener que abrir decenas de pantallas.
¿Es tu primer emprendimiento?
En mi caso HallSt (HallStreet) es el tercer proyecto emprendedor. El primero fue una agencia de viajes especializada en desplazamiento de marinos y técnicos de plataformas petrolíferas que resultó ser un negocio excepcional y todavía está totalmente en activo. El segundo fue una consultora de innovación para Turismo y Retail que co-fundé junto al Dr. Josep Francesc Valls, catedrático de ESADE con quien he tenido el privilegio de investigar y colaborar académicamente en temas de Consumidor y Travel-Tech durante más cuatro años.
¿Cuánto tiempo fue necesario para desarrollar HallSt?
Llevamos algo más de tres años desde que comenzamos su desarrollo junto a mis socios Toni Rodríguez y Pere Sanz en Barcelona Activa. Posteriormente, se han ido uniendo a nosotros gente valiosísima como Pedro Espín o Christopher Bates.
¿Cuál crees que es la clave de su éxito?
No nos gusta hablar de éxito porque emprender es un camino muy largo en el que nunca puedes relajarte. Tampoco sería fácil destacar un solo factor porque son muchas las claves para que un proyecto funcione. Si hemos de señalar algunos, podríamos nombrar dos: nuestra persistencia, que nos ha permitido afrontar retos de toda índole, y, en segundo lugar, la implantación de una sólida cultura corporativa donde el error, lejos de ser un problema, es un aliado que, identificado y analizado convenientemente, nos premia con un fantástico aprendizaje.
¿Qué ha sido lo más difícil hasta ahora?
Competir en un sector tan maduro, competitivo y global en el que, por un lado, es complicadísimo encontrar huecos o momentos de consumo para posicionar cualquier marca y, por otro, el mínimo producto viable ha de ser increíblemente sólido para que el cliente lo pruebe.
¿Qué crees que es lo más importante a definir antes de iniciar un proyecto?
Yo destacaría tres factores: primero, partir con una visión muy clara que perseguir: puede ser una solución a un problema, una nueva forma de hacer una cosa o un sueño en el que nos vemos creando un impacto relevante en algo que nos importa. Esa imagen nítida es fundamental para superar los malos momentos, que siempre los hay. Segundo, una planificación básica pero muy contundente respecto al producto, el mercado al que lo diriges y la estrategia para conquistarlo. Y, tercero, humildad y flexibilidad para modificarlo todo, para cuestionar lo previamente establecido. Una cosa son las expectativas y los aspectos previsionales y otra bien distinta la realidad con la que nos iremos encontrando.
¿Qué consejo le darías a alguien que tiene una idea para emprender?
Que la comente con 50 personas o empresas que representen exactamente el target o grupo de consumo al que la dirige. Este proceso terminará en dos posibles escenarios: o abandonando la idea o sin parar de pensar en ella.