Te has decidido a emprender y dar rienda suelta a tu idea de negocio. Pues bien, para hacerlo de un modo inteligente, hoy te ayudamos a evaluar tres de los desafíos más habituales que deberás enfrentar:
- Movimientos de dinero y finanzas: En primer lugar, debes estar preparado para un primer año de supervivencia. La mayoría de los emprendedores deben resistir como mínimo un año antes de ver las ganancias de su negocios. En esa primera etapa es importante hacer proyecciones, planificar y elaborar estrategias para superar los obstáculos económicos. Luego, será necesario estar preparado para la siguiente etapa: controlar el ingreso y egreso de dinero. Éste es un tema muy delicado y deberás ser extremadamente ordenado para asegurarte de poder realizar todas las compras y los pagos del mes si inconvenientes. Para ello, te recomendamos: tener al día y organizados los libros contables; realizar una seguimiento de cobros y pagos; ser cuidadosos al otorgar créditos a los clientes así como a la hora de tomarlos con los proveedores; y hacer una planificación mensual, trimestral y anual del flujo de dinero. Ten en cuenta estos tips que te ayudarán a conservar la salud de tus finanzas.
- Delegar: Cuando te decides a emprender es normal que al comienzo te pongas al frente de absolutamente todo y que tú seas quien conozca la empresa mejor que nadie. Sin embargo, a medida que avanzas necesitarás aprender a optimizar tu tiempo haciéndote cargo sólo de aquellas actividades que mayor valor aportan a tu negocio. Necesariamente, deberás aprender a delegar y a confiar en aquellas personas a quienes le asignes el resto de las responsabilidades de menor jerarquía. Ten en cuenta que es muy probable que nadie pueda controlar esas áreas que decidas delegar del mismo modo en que lo harías tú. Pero, aún así, cuando alguien pueda hacerse cargo de las responsabilidades lo suficientemente bien como para no perder la dirección del negocio, delegar estas tareas será una concesión necesaria para avanzar y tomar las riendas de otras cuestiones más importantes que sí determinarán el rumbo de tu empresa. Decidir cuáles son las áreas clave y cuáles no, será un desafío que dependerá del modelo de negocio elegido y de tu capacidad para jerarquizar las tareas.
- Externalizar: También existirán áreas dentro de tu empresa para la que necesitarás contratar expertos que te permitan poner el foco en tu especialidad, para no perder tiempo y dinero en tareas que no son específicas. Las finanzas y la contabilidad, la comunicación (publicidad) o la contratación de personal son funciones en las que externalizar suele ser sinónimo de eficiencia y economía para muchas empresas. A la hora de priorizar tareas, recuerda cuál es tu negocio, céntrate en aquello en lo que puedes añadir un valor diferencial y externaliza aquello que sepas que otros harán mejor y más eficientemente. Así, ahorrarás tiempo y dinero y te evitarás muchos dolores de cabeza.
Emprender es un hermoso desafío, pero para hacerlo exitosamente es importante primero evaluar y tener en cuenta todos los obstáculos que surgirán en el camino. Infórmate y asesórate sobre tu mercado, industria y sector, y ¡prepárate para resolver los próximos retos!
