¿El nuevo empleo no es lo que esperabas?
Has conseguido un increíble nuevo empleo: la descripción del puesto encaja perfectamente contigo y la empresa parece de primer nivel… nada podría salir mal. Sin embargo, en tu primer día de trabajo descubres que el puesto no es todo lo que parecía.
Quizás, de una atractiva lista de responsabilidades que estarían a tu cargo, solo una simple tarea corresponde a lo que realmente debes realizar; o, tal vez, el ambiente de trabajo no es para nada similar al que te habían descrito durante las entrevistas. Existen muchos motivos por los que el nuevo empleo podría desilusionarte y es importante que sepas qué hacer en este caso.
- Bríndate una oportunidad: La ansiedad no es un buen aliado, así que tómate el asunto con calma. Puede ser que exista una buena explicación para que durante la primera semana tu nuevo empleo no sea exactamente aquello que te habían prometido, por ejemplo, por la ausencia de algún responsable o una etapa de transición en la empresa. Sea como sea, necesitarás algún tiempo para comprender bien la dinámica de la nueva organización y conocerla en profundidad. Son momentos de cambios y es indispensable armarse de paciencia para adaptarse al nuevo entorno laboral y a las nuevas responsabilidades. Las primeras semanas son siempre un período de evaluación. Aprovecha este tiempo para intenta familiarizarte con tu puesto y con tus nuevos compañeros. Busca establecer lazos que te ayuden en este proceso de adaptación. Si comienzas a sentirte mejor con el paso de los días ¡es que estás en el camino correcto! Pero si, en cambio, tu malestar aumenta, será necesario tomar otras medidas.
- Habla con un responsable: Solicita una entrevista con el directivo con quien se acordó tu ingreso en la compañía y las condiciones de tu nuevo empleo, es momento de buscar soluciones. Recupera la descripción de la oferta de empleo o de tu puesto de trabajo y anota los puntos que se habían conversado a lo largo de las entrevistas previas, para charlarlos nuevamente con el responsable. El propósito de la reunión solicitada es obtener una mayor comprensión de lo que tu puesto significa e intentar –en lo posible- mejorar tu rol dentro la compañía. No establezcas una conversación hostil o cargada de acusaciones, ya que ello no te beneficiará en modo alguno. En cambio, intenta lograr empatía con el directivo para encontrar juntos la mejor solución posible.
- Analiza la situación: Si no ves ningún interés por parte de la empresa y no se ha planteado ninguna posibilidad de mejorar para tu situación actual, es hora de evaluar con detenimiento los pros y los contras del nuevo empleo y de la compañía. Si decides dejar el puesto, traza primero un buena estrategia para conseguir una nueva posición y hacer el tránsito de la mejor manera posible.
- Toma una decisión: De ser posible, y si el ambiente no es demasiado tóxico para ti, informa a la empresa sobre tu marcha, al menos con una o dos semanas de antelación. Asimismo, analiza con detenimiento el contrato firmado para evitar posibles inconvenientes. Retoma inmediatamente tu búsqueda laboral. Quizás estés a tiempo de reevaluar alguna oferta que habías rechazado para ingresar a este nuevo empleo; en ese caso, contacta al responsable de Recursos Humanos de la empresa de tu interés para explicarle que te gustaría ser reconsiderado en la oferta. Recuerda no hacer críticas ni hablar de modo negativo sobre la empresa actual. Explica al entrevistador que te has dado cuenta de que tu rendimiento es mucho mejor en otro tipo de organizaciones y destaca los beneficios de la nueva oferta. Recuerda nuestras recomendaciones sobre cómo explicar una mala experiencia laboral. ¡Te serán de mucha utilidad!
Cada experiencia, buena o mala, es una oportunidad para aprender y crecer. No te sientas culpable por lo ocurrido, ni te lamentes. ¡Ahora serás aún más eficiente para encontrar el puesto ideal para ti!