El dúo amor-odio que dio origen Google
Se conocieron cuando hacían un doctorado en informática en la Universidad de Stanford y desde un primer momento saltaron a la vista más diferencias que similitudes. De hecho, su primer encuentro memorable se convirtió en una acalorada discusión. Si bien Larry Page, por entonces 21 años, y Sergey Brin, de 22, no parecían congeniar de ningún modo, pronto el destino los uniría magnéticamente tras un interés común: la idea de organizar la información disponible en la red de redes.
Este objetivo los involucró en el desarrollo de BackRub, un buscador predecesor de Google, y dio origen a una inseparable amistad entre ambos. Los estudiantes lograron crear un motor de búsqueda tan prometedor que decidieron dejar sus estudios y dedicarse a tiempo completo al nuevo emprendimiento.
Y así -al igual que otras emblemáticas empresas de informática como HP, Microsoft y Apple-, Google comenzó a ser soñada por estos jóvenes en un humilde garaje, donde invirtieron horas de trabajo perfeccionando su creación. Page se propuso diseñar un sistema de organización de la información basado en una jerarquía dependiente de la cantidad de enlaces entrantes de cada página: a mayor cantidad de enlaces, mejor posicionamiento. Allí, el trabajo de Sergey Brin fue primordial por su gran habilidad para diseñar el PageRank.
Rápidamente estos visionarios se atrevieron a soñar en grande y con la ayuda económica de algunos empresarios interesados en la inversión consiguieron en 1998 lanzar Google, catalogando ese mismo año 24 millones de páginas de internet y alcanzando las 10.000 consultas diarias. El nombre definitivo del buscador surgió del término matemático inglés ‘googol’ que se utiliza para referir al número diez seguido de cien ceros.
Al año siguiente, la flamante empresa ya contaba con ocho trabajadores y registraba medio millón de búsquedas al día. Y en poco tiempo los grandes fondos de capital riesgo comenzaron a interesarse en esta herramienta informática, dándole a Google un empujón definitivo.
A sus 32 años, Larry Page y Sergey Brin se convirtieron en los multimillonarios más jóvenes del sector informático, vendiendo en 2004 gran parte de sus acciones en la empresa. Actualmente, Google cuenta con más de 55.000 -la mayor parte de ellos, accionistas- y el motor de búsqueda ha permitido organizar millones de páginas web en multitud de países y lenguas.
Recientemente, además, la revista Forbes ha ubicado a estos dos emprendedores entre los 16 billonarios que comenzaron a hacer su fortuna trabajando desde casa. Otra sorprendente historia de apasionados jóvenes talentos que supieron adelantarse a su tiempo y marcar una nueva tendencia.