Cuando los reclutadores quieren cubrir un perfil profesional en su empresa, tienen en cuenta las competencias necesarias que debe tener la persona para poder desarrollar correctamente su trabajo. Por ello es normal que los candidatos también presenten su CV, teniendo en cuenta esos aspectos. Es el denominado currículum por competencias, en el que nuestro perfil profesional está integrado por la suma de las competencias profesionales (las que tradicionalmente se habían destacado en los CV) y las personales (actitudes y aptitudes).
Es un tipo de currículum que requiere un análisis introspectivo previo. ¿Qué debemos identificar en ese análisis?
- Los conocimientos que tenemos, es decir, la formación que hemos ido adquiriendo a lo largo de los años.
- Nuestras habilidades y destrezas. Qué es lo que sabemos hacer después de nuestras experiencias profesionales y los logros que hemos obtenido en cada lugar de trabajo, proyectos liderados, etc.
- Las capacidades personales y aptitudes. Hasta dónde queremos llegar (capacidad de aprendizaje, superación de nuevos retos, flexibilidad, etc.) Son competencias transversales para todos los puestos de trabajo.
- Los comportamientos y actitudes. Qué características nos definen como personas (empático, líder, comprometido, trabajo en equipo, etc.). Como las anteriores, también son transversales.
¿Cómo organizar esa información en el documento del CV?
Existen diferentes posibilidades. Una de las más utilizadas hasta el momento, consiste en introducir los datos personales y una pequeña carta de presentación que defina nuestro perfil profesional. Después, debemos añadir los conocimientos adquiridos (nuestra formación académica, sobre todo la reglada, pero también la que la complemente) y seguir con nuestra experiencia profesional. En cada uno de los cargos que hayamos ocupado, deberemos incluir no sólo las fechas y nuestras tareas, sino también aquellas habilidades adquiridas y aquellos proyectos en los que participamos. Finalmente, incluiremos nuestras aptitudes y actitudes transversales. Además de las personales y sociales que hemos identificado anteriormente, tampoco debemos olvidar otras aptitudes más profesionales como conocimientos de idiomas, informática, carné de conducir, etc.
