Ejercicios para mejorar tu fuerza mental
Tener fuerza mental significa “regular nuestras emociones, dirigir nuestros pensamientos y comportarnos de forma positiva a pesar de las circunstancias”. Lo dice la colaboradora de Forbes, Amy Morin, una trabajadora social clínica y psicoterapeuta, en su artículo Cinco poderosos ejercicios para mejorar tu fuerza mental. Para tener esa fuerza mental, que también nos garantizará una buena salud mental, es importante la fuerza de voluntad, un trabajo constante y estar comprometidos con nuestro fin, que es mantenernos fuertes. Es fácil cuando la vida nos va de cara, pero en malas épocas nos costará más. Morin, en su artículo, aporta cinco ejercicios que todos podemos utilizar para mejorar nuestra fuerza mental.
1. Analizar nuestros valores fundamentales. Todos tenemos una imagen de los valores y creencias fundamentales nuestros, de los otros y del mundo en general. Se desarrollan, fundamentalmente, a través de nuestras experiencias e influyen, según detalla Morin en su artículo, en nuestro comportamiento, emociones y pensamientos. Muchas veces estas creencias o valores influyen de manera negativa. “Por ejemplo, si crees que nunca vas a tener éxito, serás menos apto para solicitar nuevos empleos o, de forma inconsciente, no te presentarás bien en las entrevistas de trabajo”, dice Morin. Lo que debes hacer para cambiar eso, si crees que te sucede, es analizar estas creencias centrales y ver si realmente te aportan algo positivo o, por el contrario, te frenan. Las cosas muy pocas veces son blancas o negras. El gris existe y debes tenerlo presente. Evidentemente, y como dice la psicoterapeuta, cambiar esas creencias necesita de convencimiento y un trabajo duro. “Pero puede cambiar todo el rumbo de tu vida”, concluye.
2. Utiliza tu energía mental de forma sabia. No pierdas el tiempo y tu energía dándole vueltas a temas o problemas sobre los que no puedes interferir. Céntrate sólo en aquellas cosas que estén en tus manos. Por ejemplo, dice Morin, si varían tus funciones en tu puesto actual, no te pases el tiempo lamentándolo. Mira de qué manera te puedes preparar para que ese cambio sea positivo, qué cosas debes aprender. Si ves que tus pensamientos o reflexiones no pueden ser productivos, elimínalos de tu mente. “Cuanto más practiques en gastar tu energía mental de forma positiva, más fácilmente lo convertirás en un hábito”, dice Morin.
3. Elimina los pensamientos negativos y transfórmalos en productivos. Sé consciente si tus pensamientos son negativos. Por ejemplo, ¿te repites constantemente la idea de no voy a poder hacerlo? Pues basta, ya es suficiente. Hacerlo no te aporta nada de bueno. Identifica todos estos pensamientos, recomienda Morin, y reemplázalos por pensamientos productivos. No hace falta que sean positivos, tan solo realistas. Por ejemplo, dice la experta, en vez de decirnos “yo no puedo hacer nunca nada bien”, ¿por qué no decirnos, “tengo algunas debilidades, pero también muchas fortalezas”?
4. Acepta tus emociones. Tener fuerza mental no significa no experimentar emociones negativas, pero sí que es responder a ellas de manera positiva. Lo primero que debes hacer para conseguirlo es aceptar tus sentimientos sin que te controlen. También significa saber cuándo comportarse de manera contraria a esas emociones negativas. Un ejemplo que apunta Morin es, si experimentamos una ansiedad que nos paraliza para aceptar, por ejemplo, un nuevo trabajo, debemos intentar salir de nuestra zona de confort y retarnos a nosotros mismos.
5. Reflexiona sobre tus avances. Tan importantes son los otros cuatro ejercicios, más prácticos, como éste último, el de reflexionar de qué manera has avanzado en el trabajo de tu fuerza mental. Mira qué has hecho bien y qué no, y aprende para la próxima vez.