¿Dominas el lenguaje corporal?
La mayor parte del tiempo no nos damos cuenta de los gestos que hacemos y, sin embargo, constantemente transmitimos una imagen y una determinada manera de ser con nuestra forma de caminar, de mover los brazos, con nuestras expresiones faciales o incluso con el tono de la voz, con lo que comunicamos mucho más que con las palabras. En las entrevistas laborales y en las negociaciones, el lenguaje no verbal tiene un papel fundamental ya que, inconscientemente, transmite emociones y sentimientos de entusiasmo, desconfianza, inseguridad o interés. De hecho, la comunicación no verbal constituye un 80 por ciento del mensaje. En Adeccorientaempleo salimos a preguntar sobre cómo controlan su lenguaje corporal nuestros entrevistados para no causar una mala impresión y cómo interpretan los gestos de los demás.
Míriam Font, 30 años. Comunicadora Teatral
“Por mi profesión, utilizo constantemente el lenguaje corporal y es muy importante para comunicarme y hablar en público. Además, puedes intuir cómo es esa persona mediante sus gestos y posturas. El lenguaje corporal dice mucho más de ti que tus propias palabras. Por ejemplo, estar con la espalda curva, los hombros caídos y los brazos cruzados denota falta de interés. Creo que los aspectos más difíciles de controlar y que se plasman en tu cuerpo inconscientemente son la timidez o la vergüenza, e incluso si eres muy nervioso.”
Joel Abadal, 19 años. Actor
“Conozco cómo funciona el lenguaje corporal. De hecho, nuestros gestos tienen un 37 por ciento de impacto sobre la otra persona. Puedes estar diciendo algo y con el lenguaje corporal transmites otra cosa totalmente distinta. A modo de ejemplo, si no miras fijamente a alguien cuando te está hablando significa que estás nervioso o te sientes inseguro. Intento controlar mi lenguaje corporal en determinadas situaciones para no mostrar algo que no quiero que los demás perciban. Si quiero demostrar que tengo confianza en mí mismo, trato de no moverme mucho, mantenerme firme y no desviar la mirada.”
Laura Muñoz, 35 años. Docente
“Domino el lenguaje corporal y conozco cómo funciona la comunicación no verbal (PNL). Sin duda, el lenguaje corporal comunica mucho más que las palabras porque es lo primero que observamos. Intento controlarlo en las entrevistas de trabajo, por lo que trato de estar lo más relajada posible y que no se me note que estoy en tensión. No cruzar las piernas, relajar el cuello y los hombros o tener el tronco recto son algunos de los trucos. Lo más fácil de controlar en el lenguaje corporal es la postura pero lo más complicado es la mirada. Es difícil controlar la verdad, la mentira, lo que recordamos, etc.”
Pau Tomás, 18 años. Estudiante de Electrónica
“Sin darte cuenta, el lenguaje corporal habla por sí solo. Al conocer a una persona, la forma de saludarla, de mirarla a los ojos o cómo le das la mano son gestos en los que me fijo. Intento controlar mi lenguaje corporal en las presentaciones de clase con el fin de transmitir una actitud positiva. Soy muy nervioso y para que no se me note, tener un bolígrafo en las manos me ayuda mucho. Algunos ‘tics’ que tengo cuando estoy en una situación límite y que son muy difíciles de manejar son mirar a los ojos fijamente, moverme, cruzar los brazos o repetir mucho las cosas.”