Conocer idiomas y dominarlos mejora la empleabilidad de los profesionales. Es por ello que muchos de nosotros nos marcamos el objetivo de mejorar los que ya sabemos o aprender uno de nuevo. Hacerlo no tiene por qué significar asistir a las clásicas clases de idiomas. Hay muchas maneras de aprender un idioma y muchas de ellas pueden llegar a ser algo divertido y dinámico. Puede, incluso, ser una actividad de afterwork que compartas con tus colegas de trabajo, como lo que te proponemos hoy.
Actualmente, en las grandes ciudades existen pubs o bares de copas que organizan reuniones informales para conversar en un idioma en concreto, habitualmente el inglés, mientras se toma una copa o un café. Muchas veces, asisten también nativos del idioma y se crea un entorno relajado en el que poner en práctica el idioma en cuestión. También hay centros cívicos que lo hacen e, incluso, se puede organizar desde la misma compañía. Se trata de juntarse, alrededor de una mesa, en un ambiente distendido, para poner en práctica el idioma y mejorarlo.
A estos beneficios se añade que, además de aprender y mejorar un idioma, también pasaremos un tiempo diferente con nuestros compañeros de trabajo. Nos dará la oportunidad de conocerlos en un ambiente distendido y fuera de las cuatro paredes de la oficina, y se crearán complicidades que seguramente después repercutirán de forma positiva en el trabajo.
Esta actividad también nos permitirá fomentar el trabajo en equipo, ya que colaboraremos de forma positiva para poder entendernos en otro idioma. Y también establecer contactos con miembros de otros departamentos o incluso de otras compañías. Quién sabe de esos encuentros para practicar un idioma no pueden nacer futuras colaboraciones. Y no te olvides de practicar el networking, como siempre te recomendamos desde Adeccorientaempleo.
