Desorganizador corporativo: un empleo de futuro para profesionales desenfadados
La figura del desorganizador corporativo responde a una tendencia que empieza a aflorar de la mano de las jóvenes start-ups, que impulsan ideas novedosas, frescas y desenfadadas, y que comienza a contagiar a las empresas más tradicionales. Y es que su fórmula -carente de estructuras jerárquicas o de rigideces contrarias al cambio- parece ser la ideal para adaptarse a los vertiginosos e inestables tiempos actuales.
¿Eres innovador, desenfadado y tienes ideas frescas? Tal vez puedas ser un desorganizador corporativo Share on XSe adivina, por esto, el surgimiento de esta nueva figura profesional del desorganizador corporativo dentro del tejido empresarial más tradicional, y cuya función es la de implantar una especie de “caos organizado” que permita favorecer en las empresas la implementación de una cultura más versátil, flexible e innovadora.
Un desorganizador corporativo busca soluciones alternativas
El desorganizador corporativo llevará a las empresas a ubicarse en un virtual “escenario de caos”, generando nuevos desafíos para fomentar la búsqueda de soluciones alternativas, diseñar estrategias para salir de la situación de crisis y, en definitiva, mover el foco de atención hacia la necesidad de innovación.
El desorganizador corporativo ayudará a las compañías a conservar un espíritu joven y dinámico que les impida caer en el estancamiento o volverse obsoletas. Se adivina entonces que un profesional con tal responsabilidad deberá ser un buen conocedor de la administración de empresas y estar al tanto de las nuevas tendencias del mundo de los negocios. Además, tener experiencias en start-ups y vocación emprendedora serán seguramente algunos de los requisitos para ocupar un puesto de tales características.