En plena era digital, las personas nos convertimos en los principales agentes impulsores del cambio en cualquier proceso de transformación. Se trata de integrar las nuevas tecnologías, con el objetivo de optimizar los procesos, mejorar la competitividad y ofrecer un mayor valor añadido. El siglo XXI y la era digital han abierto las puertas a nuevas formas de destacar en el mercado laboral. Para lograrlo, es necesario desarrollar tu marca personal y cuidar la huella que dejamos en los demás.
Lo que contamos, cómo lo contamos y la manera en la que lo percibe la otra persona es fundamental en este proceso. Tiene que ver con la verdad de lo que somos, con nuestra esencia y con cómo hacemos sentir al otro, creando recuerdos.
Qué es el personal branding o marca personal
Hasta no hace mucho el personal branding se asociaba al mundo empresarial. Las organizaciones creaban una estrategia para destacar y resultar más competitivas en el mercado. Desarrollaban su imagen de marca personal.
Sin embargo, con el transcurso del tiempo y la llegada de candidatos y trabajadores digitalmente preparados, el personal branding ha trascendido. Ahora, los empleadores prestan mucha atención a la huella digital de los candidatos. Estos deben estar preparados para afrontar este reto y estar mejor posicionados.
Tu huella digital
Si estás buscando empleo o si deseas cambiar de trabajo, te aconsejo que prestes mucha atención a tu huella digital. Si pones tu nombre en Google y no apareces o lo que resulta no hace que te sientas identificado, estás a tiempo de mejorar la imagen que proyectas.
Con una estrategia de personal branding, estarás trabajando la huella que dejas en los demás. Es decir, habrás potenciado la manera en la que te ven los reclutadores. En algunas ocasiones, se llevan a cabo búsquedas complementarias en redes sociales con el fin de conocer esa huella a través de los canales que ofrece Internet.
Todo lo que hayas publicado se convertirá en un factor de referencia para las personas que buscan a alguien para cubrir una vacante con tu perfil. Por ello, debes ser muy cuidadoso con lo que publicas y estar seguro de que lo que se publica refleja una imagen fiel a ti mismo con la que te sientes identificado.
Es necesario que seas consciente de la importancia de tu marca asociada a la huella que dejas en los demás. Lo que proyectas tiene que ver con lo que les haces sentir, ya que será lo que inicialmente recuerden de ti.
Identifica tu marca personal
El personal branding te permite venderte a ti mismo. Tú eres el producto. Pero, para ello, no basta con abrir perfiles en redes sociales. Antes debes identificar cuál es y eso significa realizar un análisis que te permita saber quién eres, qué quieres y cuáles son las habilidades con las que cuentas para lograrlo.
Es importante conocerte a ti mismo y empoderarte
Ambas cosas dependen de uno mismo de nuestra actitud y de las decisiones que tomemos. Ese ejercicio de introspección es el más complejo para muchas personas. No todo el mundo está preparado para enfrentarse a sus propios temores, administrar convicciones, exponer sus habilidades… En el fondo, crear una imagen que deje su impronta en los demás. Es decir, trabajar para mejorar la percepción que los otros van a tener de ti.
Existe una frase del multimillonario fundador de Amazon, Jeff Bezos, que aclara bastante qué es el personal branding. Para el magnate, “el personal branding es lo que los demás dicen de ti cuando tú no estás en la habitación”.
Es decir, siguiendo la teoría de Bezos, este hecho tiene también mucho que ver con las sensaciones. No se trata solo de un perfil en una red social o un blog a través de los que lanzas algunos mensajes. Estos son solo canales que deben servir para difundir tu marca y dejar huella en las empresas, los cazatalentos, los reclutadores… los empleadores en todas sus apariencias.
Pero para crear una estrategia de personal branding incisiva y fructífera, primero debes conocerte a ti mismo. Tendrás que ser capaz de descubrirte, de identificar tu talento, desarrollarlo y hacerlo visible. Ese es el proceso que debes atravesar para identificar tu marca y convertirla en sustancial, capaz de impactar en tu capacidad para ser más empleable.
Desarrolla tu marca personal
Una vez que has logrado definir qué producto eres tendrás que desarrollar tu marca para venderte.
Evidentemente, el personal branding no tiene nada que ver con cosificar a los trabajadores. Sin embargo, es una manera excelente de destacar y captar la atención de los empleadores ofreciéndoles valor añadido.
Para ello debes tener una estrategia muy bien definida y eso significa esfuerzo, constancia y trabajo. Es preciso realizar una labor que te permita desarrollar tu marca. La tarea no es fácil y a veces, incluso, es un proceso que no termina nunca. Se va fortaleciendo y nutriendo con la experiencia y la formación continua.
En cualquier caso, a la hora de desarrollarlo, plantéate muy bien qué es lo que quieres potenciar de ti, cuáles son las cualidades que pretendes que dejen huella en los empleadores y mantén claro qué es lo que te hace marcar la diferencia con el resto de tus competidores. Dicho de otro modo: ¡destaca!
Ser de verdad, te hará único, diferente y de alguna manera, especial.
Hazla visible
Una vez identificada, es importante compartirla, hacerla visible, ha llegado el momento de dejar de pasar desapercibido para las empresas. Tu marca personal es tu buque insignia. Es lo que va a dejar huella si buscan información sobre ti, tanto en el mundo online como en el offline. Pero, para que eso ocurra, primero deben encontrarte.
Eso es lo que necesita cualquier reclutador, que se lo pongas lo más sencillo posible.
Pero no puedes aparecer de cualquier forma. Todo, tus redes sociales, tu blog, tus páginas personales, tu porfolio… deben estar cuidados con un mimo exquisito.Todo queda reflejado y será accesible para los interesados en tu perfil profesional.
Por eso, haz visible tu marca pero piensa siempre bajo el prisma de un reclutador y sobre todo, se fiel a ti mismo y a tu verdad. Cuida lo que dices, las imágenes, lo que transmites. Una vez tengas esto claro, no desperdicies ningún cauce para divulgar tu marca, desde el networking hasta el blogging. Y, por supuesto, sé constante, te ayudará trazar tu propio plan para lograr tu propósito.
Exprésate
En ocasiones no resulta sencillo realizar ese ejercicio de interiorización. La persona debe plantearse muchas incógnitas y despejar dudas sobre sí mismo, su personalidad y su capacitación.
Además, es importante saber cómo te ven los demás, qué piensan de ti, descubrir qué puntos favorables destacarían tanto como persona, empleado, miembro de un grupo o compañero de trabajo, por ejemplo.
Para esta parte es aconsejable que te apoyes en la opinión de aquellos que te conocen. No temas preguntarles y encajar las respuestas. De este modo podrás pulir tus puntos fuertes y corregir aquellos en los que flojeas.
Con esta información podrás crear tu propia comunidad. Tu huella será reconocible y te permitirá conectar con personas interesadas en lo que ofreces. Igualmente, al expresarte estarás reforzando tu credibilidad. Ello se debe al hecho de que estarás transmitiendo autenticidad y eso genera confianza.
Como puedes ver, desarrollar tu marca personal es vital para aumentar tu grado de empleabilidad. Quizá llevar a cabo este ejercicio te ayude a generar nuevas oportunidades, incluso en campos que aún ni siquiera imaginas y pueden apasionarte.
Delia Rodríguez Blanco, Directora nacional de proyectos.
