3 preguntas que debes hacerte antes de renunciar a tu empleo

Nunca parece ser un buen momento para dejar un empleo y comenzar nuevamente una búsqueda. Si estás planteándotelo, hoy te proponemos tres reflexiones que deberías hacer antes de tomar una decisión definitiva, ya que, en muchas ocasiones, está en nuestras manos mejorar nuestra situación laboral:

1. ¿Te aburres o estresas? Muchas veces estas situaciones tienen más que ver con nosotros mismos que con el empleo. Antes de tomar la decisión de dejar tu puesto debes hacerte estas preguntas: Si te aburres, ¿Has buscado o aprovechado las oportunidades para avanzar o aprender algo nuevo en tu trabajo? ¿Has  propuesto cambios o alternativas para hacer tus tareas más motivantes? Si te estresas, ¿sabes delegar responsabilidades? ¿Has sabido poner límites a tus horarios de trabajo? En todo caso, estos problemas pueden relacionarse con tu personalidad y es mejor hablarlos cuidadosamente con tu jefe para intentar generar cambios que te permitan estar más a gusto en la empresa y a la vez aprovechar mejor tu potencial en su favor.
2. ¿No te sientes valorado? De ser así, deberías plantearte si no dependes demasiado del reconocimiento de los demás. En la mayoría de los empleos es necesario hacer gran mérito antes de conseguir verdadero reconocimiento de los jefes. Recuerda que primero debes comenzar por valorar tú mismo tus logros y esforzarte para luego poder mostrar tus conocimientos y competencias.
3. ¿Tu trabajo te parece poco importante? La realidad es que ninguno lo es. Todos los empleos aportan al mantenimiento de la sociedad. Pero si tu corazón quiere realizar cambios visibles en el entorno, tal vez deberías pensar en hacerlo desde un voluntariado en una ONG o por alguna causa que realmente te motive. Tu trabajo no siempre cumplirá todas las expectativas ni dará respuesta a todas tus inquietudes personales. Eres tú quien debe darle al empleo el lugar que merece en tu vida pero saber también buscar las actividades que complementen tus necesidades espirituales o emocionales.

Ahora que lo has pensado un poco más, ¿crees que es necesario cambiar de trabajo para lograr el bienestar que anhelas? Dejar un empleo no es una decisión que deba tomarse por impulso o con prisas. Si no reflexionas bien sobre los motivos que te alejan de tu trabajo actual corres el riesgo de volver a sufrir las mismas decepciones en el próximo. A veces, el cambio que realmente necesitamos está en nosotros mismos.