Dale un giro a tu carrera
¿Te estás planteando un cambio de rumbo profesional ? A veces cuando buscas empleo -o incluso si ya lo tienes pero no te encuentras a gusto en él- comienzas a pensar en otras alternativas para tu carrera profesional. Lo más importante cuando esta inquietud se presenta en tu vida es no dejarse vencer por la ansiedad: no pretender resolverlo todo aquí y ahora.
Un cambio de rumbo profesional suele ser un proyecto de mediano a largo plazo; principalmente cuando se realiza de manera planificada, teniendo muy en claro tanto tus conocimientos y capacidades (¿Qué sé hacer? y ¿Qué podría hacer?) como tus motivaciones (¿Qué quiero hacer?). Estas tres preguntas no pueden faltar en ningún plan de reorientación profesional o laboral, ya que son la base para poder proyectar cualquier cambio.
No siempre será necesario capacitarse más o aprender algo nuevo al dar un giro en tu rumbo profesional. Una vez que nos hemos planteado las anteriores preguntas, tendremos a disposición un gran abanico de herramientas para comenzar a trabajar en nuestra reorientación profesional:
- Pide ayuda. Si encuentras dificultad para responder a las tres preguntas planteadas, puedes comenzar por buscar asesoramiento de especialistas (coaching) o consultar a familiares o amigos que te conozcan bien y puedan ayudarte a descubrir tus capacidades e intereses.
- Investiga las alternativas: una vez que has logrado definir, al menos en términos generales, aquello que quieres hacer, debes realizar un análisis de las posibilidades de realizarlo. El networking es, en este sentido, una herramienta muy valiosa. Pide consejo y opinión a todas las personas de tu red que consideres pertinentes. Averigua quiénes trabajan en ello, cómo han conseguido sus empleo y hazles todas las preguntas que te puedan ayudar a elaborar tu propio plan.
- Plantea objetivos y construye una visión. Si ya te has decidido a cambiar, piensa en qué lugar quisieras estar en el futuro y traza el camino para conseguirlo. Todo proyecto realista debe contemplar un plan de trabajo diario o semanal que pueda articularse con el resto de tus actividades. Dedica todos los días al menos un pequeño momento a pensar en eso que quieres hacer y cómo conseguirlo.
- Ponte en marcha. Experimenta, explora. Ahora que tienes nuevos objetivos es importante que vuelvas a mirar a los mismos sitios desde tu nueva perspectiva. Quizás tu próximo empleo pueda estar dentro de la misma empresa en la que trabajas ahora o en alguna en la que lo has hecho con anterioridad. Tal vez tus posibilidades estén en otra ciudad o incluso otro país. La apertura mental es fundamental para poder imaginar tu nuevo futuro.
- Perseverancia y dedicación. La única manera de asegurarte un cambio real en tu vida es construirlo a partir de un esfuerzo diario. En general, necesitarás tiempo para poder ver realizado tu proyecto. Sé insistente y mantén tu motivación siempre en alto. Aquello que sueñas, merece la pena.