Cuándo está bien aceptar un recorte de salario
Durante estos últimos años muchas empresas han comenzado tareas de reestructuración que han afectado a distintos apartados de sus presupuestos. Uno de los apartados afectados ha sido el de personal; han sido muchas las compañías que, con el fin de mantener al mayor número de empleados en plantilla, han propuesto recortes salariales. Desde el punto de vista del empleado, ¿es positivo aceptar una reducción de salario para mantener el puesto de trabajo? No hay una respuesta única a esta pregunta, pero si tu puesto de trabajo es positivo para tu trayectoria profesional resultará interesante valorar, al menos, tres puntos a favor de la reducción salarial.
En primer lugar, tienes la oportunidad de mantener tu trabajo. Ante la perspectiva de dejar de recibir ingresos y/o de no encontrar un trabajo mejor, resulta obvio que un recorte salarial sólo es una circunstancia particular resultado del período económico global que, además, nadie dice que no se pueda cambiar una vez superado el momento difícil. Si tu trabajo te gusta, vale la pena no considerar exclusivamente el dinero.
En segundo lugar, un recorte salarial es una oportunidad para demostrar tu lealtad hacia la empresa y tu compromiso con la recuperación de la misma. Cuando aceptas un recorte también te colocas en mejor posición con respecto a tus superiores, que aprecian el gesto y pueden estar dispuestos a hacer concesiones sobre tu trabajo diario. Si quieres pedir algún cambio de horarios o una pequeña mejora laboral este es un buen momento para llevarlo a cabo.
En tercer lugar, aceptar un recorte salarial puede ayudar a que más personas de la plantilla conserven sus puestos de trabajo. Tus colegas y amigos continuaran en sus sillas también gracias a tu decisión, por ello no debe menospreciarse el valor que tiene para el conjunto la toma de esta decisión concreta. Si todos asumen el recorte salarial se están ayudando a preservar los empleos en un momento en el que, además, la generosidad es algo más que una muestra de afecto o humanidad.
Finalmente, existen razones concretas que responden a las realidades de cada caso. Frente a una propuesta de recorte salarial, antes de indignarte o decidir marchar, piensa en la situación de la empresa y de tus compañeros.
