La tarjeta profesional o personal no forman parte del kit esencial de tu búsqueda de empleo, pero sí pueden ser un elemento diferencial que te distinga del resto de los candidatos. Entregar una tarjeta profesional al finalizar una entrevista, tras un evento de networking o después de un encuentro casual con un posible empleador, puede ser un detalle pequeño pero clave para reforzar tu candidatura.
Pero si una tarjeta está mal elaborada, con errores o es de poca calidad, la reacción que generará en los otros será justo la opuesta a la deseada. Así que si te animas a dar este paso y diferenciarte del resto, hazlo teniendo en cuenta estos consejos que te ayudarán a elaborar una tarjeta fuera de serie:
- Primer paso: utiliza el sentido común. No quieres que los demás sólo recuerden tu nombre, sino que tengan todos los elementos necesarios para contactarte si así lo desean. Solemos acumular muchos papeles a lo largo de los días, por eso es importante que en tu tarjeta personal se reconozca claramente quién eres, a qué te dedicas y cómo contactarte. No es necesario que abunde la información, sino que sea la adecuada.
- Segundo paso: reglas de diseño. Si tienes algunos conocimientos de diseño, aprovéchalos para hacer algo sutil pero diferente. No trates con dibujos o elementos que recarguen la tarjeta visualmente e impidan centrar la atención en la información contenida. “Menos es más” cuando queremos que el interés se focalice en lo esencial.
- Tercer paso: sé creativo. Incluir pocos elementos y un diseño sutil, no significa en ningún caso elaborar una tarjeta medio vacía. Investiga en internet o consulta con tus amigos o profesionales conocidos para crear algo novedoso, que deje una excelente y duradera impresión en los otros. Una tarjeta de un material poco usual o con una estructura o tipografía diferentes a las habituales pueden convertir algo sencillo en algo especial.
- Cuarto paso: elige una buena imprenta. Si puedes invertir un poco más y evitar las impresoras caseras o las empresas que elaboran copias de poca calidad, ¡hazlo! Aunque parezca una cuestión superflua, las malas impresiones, la falta de tinta, las manchas, el papel doblado y muchos otros detalles pueden echar por tierra todo tu trabajo y esfuerzo.
- Quinto paso: ¡ponla a prueba! Imprime unas pocas copias de tu tarjeta para mostrarla entre tus amigos y conocidos, observa sus reacciones y evalúa si es necesario ajustar algún detalle. Una vez que estés conforme con el diseño, el contenido y el material, imprime las copias necesarias y comienza a incluirlas en tus encuentros y entrevistas.
Crea una tarjeta profesional que te permita dejar una impresión más duradera, destacarte entre todos los candidatos y aumentar tus posibilidades de acceder a ese empleo deseado.
