Consejos para ver el lado positivo de tu vida
Ver el lado positivo de tu vida resulta fundamental para experimentar emociones agradables. Es cierto que el ritmo de vida actual te puede empujar hacia situaciones de estrés. Una tensión prolongada es la base para acabar encallado en procesos depresivos, ansiosos y pesimistas. Sin embargo, evitar que nuestro estado anímico nos produzca estos episodios, que podrían desembocar en enfermedades, está al alcance de tu mano.
Un vistazo al entorno
El ser humano tiende, por lo general, a enfocarse en aquellas cosas que cree que necesita. Pocas veces somos capaces de focalizar nuestra atención en disfrutar de todo aquello que ya tenemos.
Es inevitable reconocer que estamos viviendo en una sociedad para la que todo parece insuficiente. En este estado colectivo nos perdemos el lado positivo de las cosas. La búsqueda de la felicidad se limita, entonces, a pequeños momentos en los que nos sentimos satisfechos durante un corto espacio de tiempo.
La mayoría de las veces, ese lapso de satisfacción es tan efímero que ni siquiera puede llegar a ser considerado como un atisbo de felicidad. Actualmente, ver el lado positivo de las cosas no está presente en la cotidianeidad de la mayoría de nosotros.
El planteamiento colectivo da por hecho que el individuo se merece que la vida le “regale” cosas buenas, el bienestar se concibe como algo sobrevenido y que todo el entorno debe proporcionarles beneficios porque sí. Una concepción tan errada solo conduce a la rabia cuando algo no sale como se espera. Finalmente, la persona tiende a victimizarse y el ánimo sale perjudicado.
Es el momento en que se comienza a buscar un culpable con tal de no asumir que la razón de esa desazón está en uno mismo. La realidad es que nuestras expectativas son muy altas y difíciles de alcanzar. Cuando no se cumplen nos desmotivamos y acabamos encerrándonos en un círculo vicioso. Todo lo contrario a lo que conseguiríamos llevando una guía en positivo.
Aprender a ver el lado positivo de tu vida
Resulta fundamental que practiques el desapego. No puedes ser la víctima de un cúmulo de expectativas que no te permiten tomar conciencia de lo que ya tienes. Lo cierto es que tiendes a recordar, como la mayoría de la gente, los momentos más dolorosos y prestas muy poca atención a aquellos que han sido más benévolos y agradables.
Este comportamiento solo te lleva a pasarlo mal y a sentirte desdichado. Padeces un sufrimiento que te impide conseguir otras cosas y te empuja a ser infeliz. Aunque no lo creas, tu vida está llena de momentos positivos.
Una práctica muy sana es hacer un ejercicio de introspección y evaluar el lado positivo de tus vivencias. Incluso, deberías anotar todas las experiencias buenas que se te vienen a la cabeza. Al final podrás “tasar” tus mejores momentos y te darás cuentas de que son muchos más de los que pensabas.
Procura llevar un diario de tus buenos momentos. Anótalos todos, los que vives en tu vida personal, en tu ocio, en tu trabajo… todos valen. Te servirá para no olvidar y reconocer cuántas experiencias positivas te ocurren a lo largo del día a día. Además, existe una serie de consejos para mantenerte positivo.
Tips para aprender a ver el vaso medio lleno
¿Sabes de alguna persona que no desee fomentar sus pensamientos positivos? Existen individuos que tienen la capacidad de ver siempre el vaso medio lleno. Otros, en cambio, ya hemos visto que acaban centrando su atención en los aspectos más desfavorables de su realidad.
Es cierto que hay circunstancias que inducen a ser más optimistas que otras. Sin embargo, nada ni nadie nos puede quitar la capacidad de concebir y conservar nuestros pensamientos positivos. Aprende a ver el vaso medio lleno con estos consejos para fomentar la positividad y cumplir con tu propósito de vida.
1. Sé una persona práctica
Ello implica ser realista. Una persona excesivamente pesimista puede acabar padeciendo las consecuencias de distorsiones cognitivas. Por ejemplo, les oirás frases tan típicas como “es que todo el mundo habla mal de mí a mis espaldas”. En el otro extremo, un exceso de optimismo también te hará deformar la realidad. Una superabundancia de euforia dificultará el que puedas pensar y actuar racionalmente.
Ver el lado positivo de tu vida no implica evadirte de la realidad. Se trata de observar lo que te rodea de una manera práctica y objetiva, sin perder la ilusión y las ganas de soñar.
2. Admite que hay pensamientos negativos
Resulta esencial que también sepas aceptar el hecho de que existen los pensamientos negativos. Sentir emociones como la ira, el miedo, la tristeza o la ansiedad es algo inherente al ser humano.
De hecho, estas inquietudes resultan de gran utilidad para “resetear” nuestro estado anímico y desahogarnos. Lo importante, en este campo, es que sepamos gestionarlas y actuar en consecuencia, huyendo de la tentación de instalarnos en ellas y regocijarnos en el dolor.
3. Lleva una vida saludable
Para que te sientas bien debes tener dos buenos aliados: la salud mental y la salud física. Saca tiempo para tu relax y tu ocio, lleva una buena alimentación, huye del sedentarismo, practica algún tipo de ejercicio… Este tipo de metodología te permitirá sentirte más vital y aumentará tu capacidad positivista.
4. Relaciónate con gente optimista
Las emociones se contagian. Rodéate de personas vitalistas que te ayuden a ver la vida desde una óptica más pragmática y más sana.
5. Dedica un tiempo a los demás
Colaborar con una entidad sin ánimo de lucro, hacer algún tipo de voluntariado, ayudar a otros de modo desinteresado… Se ha demostrado que prestar ayuda a otras personas que lo necesitan y hacerlo de manera altruista estimula el bienestar y lo prolonga de forma duradera.
6. Échate unas risas
Se ha demostrado científicamente: la risa posee efectos terapéuticos sobre nuestro organismo. Reírse reduce los problemas cardiacos y el estrés e, incluso, nos ayuda a quemar calorías. Pero, lo que está claro, es que nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos y nos ayuda a ver las cosas positivas que nos rodean. Tomarse los problemas con sentido del humor puede ser una gran terapia.
7. ¿Conoces el mindfulness?
Se trata de una nueva práctica que te propone centrar toda tu atención en el aquí y el ahora. Es decir, la técnica te propone que prestes toda tu atención al momento presente y lo aceptes. Se ha demostrado que el mindfulness posee muchos beneficios: aumenta la capacidad de concentración, rebaja los niveles de estrés y ansiedad, disminuye los pensamientos obsesivos… Resérvate un ratito para ponerlo en práctica cada día.
8. Habla en positivo
“No sirvo para nada”, “todo lo hago mal”, “no tengo suerte” … Seguro que este tipo de frases te son familiares. Como la mayoría de las personas, no eres consciente de cuánto influye tu manera de hablar en la forma en que concibes el mundo.
Por supuesto que, a lo largo de tu vida, te toparás con cuestiones que no será de tu agrado. Sin embargo, se ha demostrado que es más beneficioso para las conexiones neuronales -que en definitiva tienen mucho que ver con la forma en que desarrollamos nuestro pensamiento- usar un lenguaje en positivo.
A la vez, lo ideal es que te centres en las posibles soluciones que puedes aportar para referirte a estos acontecimientos. Busca ayuda en laProgramación Neurolingüística (PNL), te servirá para expresarte de una manera más asertiva y conveniente. Hazte cumplidos, verbaliza tus pequeños triunfos, halágate y repasa a diario tus propias fortalezas.
9. Sé resolutivo con los problemas
Aunque apliques todas estas técnicas, los problemas no van a desaparecer como con una fórmula mágica. Ayúdate de todas estas tácticas para despegarte de la autocompasión y la rabia y empezar a buscar soluciones para esas circunstancias adversas. No olvides que todo tiene solución.
10. La importancia de la constancia
Todos estos tips pueden ayudarte mucho a ver el lado positivo de tu vida. No obstante, para ello, debes ser perseverante. Utiliza todos estos recursos a diario y sé constante. Este trabajo dará sus frutos y pronto podrás ver las cosas de otro color.