5 consejos para convertirte en líder en tu trabajo
¿Quieres ser un líder en tu trabajo? Aunque ahora no tengas un cargo directivo o no gestiones un equipo, puedes trabajar para convertirte en un líder en tu empresa. Son pequeños gestos que harán que tanto tus jefes como tus compañeros te valoren como líder.
- Sé responsable de tus actos. Evidentemente, se trata de ser responsable y asumir los compromisos adquiridos con la empresa y los compañeros. Pero también de asumir las responsabilidades. ¿Verdad que te gusta que se te reconozca cuando has hecho algo bien? Pues un líder también sabe responsabilizarse de los errores y aprende de ellos. No vale esconderse si un proyecto en el que hemos trabajado no ha funcionado o echarle la culpa a los otros miembros del equipo. ¿Has participado en él? Pues asume tu parte de responsabilidad.
- Colabora con los otros. Ser un líder no significa pasar por encima de tus compañeros. Haz tuya la filosofía del win-win. Es decir, tú ganas, yo gano. No te crees una imagen de líder ambicioso y manipulador capaz de pasar por encima de cualquiera. Un buen líder debe ser generoso, porque siéndolo también se beneficiará de ello. Si eres capaz de tener una influencia positiva en los demás, seguramente serás considerado como mejor líder fácilmente.
- Toma la iniciativa y busca oportunidades. Un líder no espera que le manden un trabajo. Toma la iniciativa. Hazlo dentro de tus posibilidades. Ofrécete a hacer una tarea que no te ha sido asignada, busca oportunidades allí donde otros no las ven, dale la vuelta a los problemas y busca soluciones diferentes. Aunque nadie espere que lo hagas, si lo haces, te lo reconocerán.
- Asume riesgos. Quién no arriesga, no gana. ¿Quieres convertirte en líder? Pues no te conformes en tu parcela segura de trabajo. Emprende proyectos innovadores e arriesgados. No te creas lo de no puedes hacer. Asume riesgos y saldrás ganando. Si fallas, aprenderás de ellos. En todo caso, te valorarán por ser capaz de tomar la iniciativa en aquellos proyectos que nadie quiere.
- No pases desapercibido. Aunque debes ser modesto y no pasar por encima de nadie, ten presente también que debes hacer visible todo lo que haces. Si un proyecto ha salido bien por la solución que tú aportaste o has conseguido ganar una cuenta nueva, reivindica tu trabajo. No te escondas detrás de él. Haz informes, coméntalo a tus jefes con un mail, etc. Eso sí, no lo hagas para alardear. Y si ha sido un compañero el que ha tenido un éxito, debes reconocérselo tú también.
