Lo que no te puede faltar en una entrevista
Publicación
01 de julio de 2013
Lectura: 2 minutos
Sabes que has sido citado a esta entrevista porque reúnes todas las condiciones para el puesto; tú lo sabes y tu curriculum y cartas de referencia lo demuestran. Prácticamente estás listo para entrar en el edificio y responder a todo lo que te pregunten. Pero en el momento justo de la entrevista hay algo que es fundamental: conectar con tu seleccionador.
Por eso, no olvides algo indispensable: ¡la química!
- Los primeros instantes mágicos: como si estuvieras en una cita a ciegas, los primeros minutos pueden decirlo todo respecto a una entrevista. La actitud con la que atraviesas la puerta y saludas a tus interlocutores debe demostrar que sabes que estás allí porque mereces el empleo. Aún cuando estés nervioso recuerda las reglas básicas: mirar a los ojos (no desafiante, sino cómplice), estrechar la mano con firmeza (no de manera brusca sino con soltura) y por supuesto, dedicar una sonrisa cálida y cercana que permita iniciar la conversación de forma más distendida.
- Naturalidad: seguramente aún puedes seguir algo nervioso después de esos primeros minutos, pero en muchas oportunidades te sentirás lo suficientemente cómodo como para reconocerlo. En general, esta honestidad es bien recibida por los entrevistadores; sin embargo, has de estar atento a las señales que ellos te han dado durante los primeros instantes para saber si el comentario sería apropiado o no. En cualquier caso, toma aire, mantén una actitud positiva e intenta ser tú mismo. La naturalidad será un ingrediente único para conseguir buena química con tus interlocutores.
- Céntrate en el momento: una buena técnica para intentar combatir los nervios frente a esta situación es concentrar tus energías en cada instante. No dejes que tu cerebro se disperse intentando adivinar lo que los entrevistadores están pensando o lo que pueden preguntarte más adelante. Recibe cada momento a medida que llega y centra tus pensamientos en dar tus mejores respuestas.
- La química no depende de la personalidad: incluso si eres un poco tímido, puedes demostrar ser un empleado confiable, comprometido y con quien el resto se sentiría a gusto trabajando. La química se trata de empatizar y conectar con tu interlocutor para que él encuentre en ti al candidato que está buscando y tú sientas deseos de trabajar para su empresa.
- El complemento justo: recuerda que las entrevistas son pruebas que se realizan en dos direcciones: ellos deben elegirte a ti y tú a ellos. No te desanimes si la cita no se desarrolla como hubieras deseado o si, a pesar de ello, no resultas seleccionado. La búsqueda laboral es un proceso con altibajos y lo fundamental es mantener las expectativas altas y una actitud siempre optimista hasta encontrar ese complemento ideal para ti.
Etiquetas: consejos prácticos, entrevista de trabajo
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