Competencias actitudinales, ¿para qué?
Las competencias actitudinales se relacionan directamente con el “saber-ser” o “saber-actuar” frente a una situación determinada. Por esta razón son competencias extremadamente útiles para nuestro desempeño profesional y sin las cuales muchos de nuestros conocimientos no podrían ser aprovechados.
Estas competencias son las que nos permiten trabajar de un modo más eficaz y saludable para nosotros y para los demás. Así, por ejemplo, el optimismo, la proactividad, la resiliencia, la habilidad para trabajar en equipo (temas sobre los que hemos hablado antes) son competencias que nos ayudan a llevar a cabo nuestras tareas diarias con mayor facilidad y menos conflictos y frustraciones.
Las competencias actitudinales constituyen manifestaciones de nuestra salud emocional y nuestra habilidad para interactuar con los demás y llevar a cabo nuestras tareas. No sólo incrementan la productividad sino que brindan mayor satisfacción personal y profesional.
Otras competencias actitudinales importantes a tener en cuenta son:
- Creatividad: Surge de la búsqueda constante de mejores formas de hacer nuestro trabajo y nos permite analizar una misma situación desde otra perspectiva para idear nuevas soluciones. El innovar nos obliga a ir más allá de nuestras responsabilidades para descubrir una manera personal de desempeñar nuestras funciones.
- Adaptabilidad: Muy relacionada con la anterior se encuentra esta competencia que consiste en entender y asumir los cambios que se puedan dar en el ámbito laboral, encontrando la mejor manera de desempeñar nuestra función en un nuevo escenario. La flexibilidad se vincula a la creatividad porque para adaptarnos a los cambios es necesario poder ver nuestro trabajo desde una nueva perspectiva.
- Responsabilidad: Significa comprometerse con el propio trabajo y con las tareas a nuestro cargo. Esforzarnos por cumplir los objetivos que se nos proponen, asumiendo también nuestros errores y actuando siempre con profesionalidad y honestidad.
- Capacidad de organización: Se trata de optimizar nuestro tiempo y esfuerzo a través de la planificación y la sistematización de las tareas. La organización es la capacidad de desempeñarnos de un modo más inteligente, que no sólo beneficia a la empresa, sino que fundamentalmente nos ahorra un gran desgaste físico y emocional.
Ahora ya conoces las principales competencias actitudinales. Desarróllalas para sentirte más a gusto en tu trabajo y lograr mejores resultados.