¿Cómo te comportas el primer día en un trabajo nuevo?
¡Has conseguido un empleo y ya tienes fecha para tu incorporación a la empresa! Lo más probable es que estés muy ilusionado con la noticia y que tengas muchas ganas de empezar cuanto antes, pero a medida que se acerque el gran día… ¡aparecerán las primeras dudas! ¿Qué tal ambiente habrá entre los compañeros? ¿Nos llevaremos bien? ¿Encajaré en el puesto? En Adeccorientaempleo hemos querido salir a la calle para preguntar a los transeúntes cómo encaran ellos ese primer día en el trabajo y qué hacen para iniciar una relación con sus nuevos compañeros.
Alicia Arévalo, 23 años. Estudiante de un Máster en Periodismo de Datos
“El primer día soy bastante cautelosa y estoy muy nerviosa desde antes de entrar, aunque creo que no se me nota mucho. Intento ver cómo funciona la empresa y cómo se comporta la gente. Por eso tampoco me gusta ir de ‘súper guay’ con los compañeros, prefiero ver cómo son y esperar a ver cómo se desarrollan las cosas. En realidad, no me cuesta mucho adaptarme, mis compañeros me lo han puesto muy fácil siempre y he tenido experiencias muy buenas. Quizá debería ir más relajada y más tranquila ese primer día. Aunque ese nerviosismo también me permite estar más alerta, fijarme más en las cosas y aprender rápidamente.”
Cristina Montojo, 24 años. Teleoperadora y estudiante
“Siempre intento causar una buena impresión y ser formal, aunque voy un poco más asustada de lo normal porque me enfrento a una experiencia nueva y desconocida. Normalmente, intento ser simpática y abrirme a mis nuevos compañeros, como hago normalmente en mi día a día, pero también centrarme mucho en el trabajo y en lo que tengo que hacer. La verdad es que me gustaría ir con más seguridad y no tener tanto miedo, pero ahora es muy complicado encontrar trabajo y la incertidumbre está ahí. Por suerte, quitando en un trabajo que tuve en el que todo fue muy complicado, he tenido buenas experiencias y la gente me ha puesto las cosas fáciles. ”
Emmanuel Alcocer, 42 años. Camarero
“El primer día me dedico a observar lo que hacen los demás y voy preguntando lo que no sé para entender mejor cómo funciona todo. No voy nervioso, la verdad, pero sí un poco a la expectativa, esperando que me expliquen cómo funcionan las cosas. Además, con los compañeros prefiero ir poco a poco porque yo las confianzas me las voy tomando a medida que me las van dando y no de golpe. No soy una persona invasiva, ni me gusta hacerme el simpático en exceso. Cuando tengo un problema lo primero que hago es preguntar cómo lo solucionan allí y, después, lo hago yo. No trato de pedir ayuda el primer día, sino que pregunto cómo se suelen hacer ese tipo de cosas para aprender la dinámica de la empresa lo antes posible. No sé si causo buena impresión, pero no hago nada especial el primer día. Me muestro como soy y, sinceramente, siempre me ha ido bien, no he tenido muchos problemas.”
Irene Bermúdez, 22 años. Estudiante de Bachillerato
“Para mí, el primer día en un trabajo nuevo es una situación un poco ortopédica porque no conoces los utensilios del lugar y tus compañeros son totalmente ajenos a ti. Por eso, me muestro bastante seria. Realmente es que me siento muy desubicada y tampoco tengo una función definida de lo que tengo que hacer, es como estar aparte de todo. Además, estoy bastante nerviosa todo el tiempo porque es una experiencia nueva y no sabes muy bien cómo va a salir. Además, tal como está ahora el mercado laboral, el tipo de trabajos a los que podemos aspirar los estudiantes suelen ser de muy corta duración, así que es complicado llegar a sentirse integrado o totalmente cómodo en ellos.”