Superar los períodos de transición y soledad
Tanto para quienes trabajan como para quienes estudian o buscan empleo activamente, sus actividades son una continua inversión de tiempo y esfuerzo diaria. Por eso, cuando sobrevienen tiempos de transición –cambio de empleo, enfermedad o malestar emocional- resulta difícil transitarlos sin sentirse culpables o vacíos; sin embargo, estos momentos son indispensables para nuestra salud mental y física:
- Proyectos personales o individuales. La búsqueda de empleo y otros proyectos que muchas veces encaramos en soledad suelen también enfrentarnos a momentos de quietud difíciles de transitar. Sin nadie que nos obligue a cumplir horarios y con todo nuestro cronograma dependiendo de nosotros mismos, es habitual sentirnos angustiados. Detenernos para relajarnos y disfrutar también de momentos de recreación es fundamental para regresar a nuestros proyectos con más ánimos y fuerzas.
- Rupturas sentimentales. Somos mucho más que un cuerpo y por eso, muchas veces nuestras emociones y sentimientos son quienes reclaman ser oídas. Al atravesar épocas de malestar emocional, pérdidas o rupturas sentimentales (pareja, amistad…), también debemos saber darle espacio a esa angustia. Ello no necesariamente significa no ir a trabajar o dejar de estudiar, sino darnos ‘tiempo’ para superar estos duelos. Estas situaciones no se solucionan llenando nuestra agenda de actividades que nos impidan pensar, sino permitiéndonos el tiempo de quietud necesaria para asimilarlas e interpretarlas. Nuestros sentimientos y emociones también necesitan que pensemos en ellos. De ser necesario, busca a alguien con quien hablar. Recuerda que negar lo que nos ocurre nunca es la solución acertada.
- Síntomas físicos. Especialmente quienes están acostumbrados a vivir activos y en movimiento suelen experimentar una gran angustia ante la enfermedad, ya que les hace sentir “inútiles”. Sin embargo, esta situación puede en realidad ser su mejor aliada. A medida que nos hacemos adultos debemos empezar a reconocer los mensajes que nuestro cuerpo nos envía para evitar caer en la enfermedad. Los primeros síntomas de fatiga son muchas veces la forma en que él nos pone sobre aviso para que comencemos a bajar nuestro ritmo de vida. Si no los hemos sabido reconocer o los hemos pasado por alto, probablemente en pocos meses nuestro cuerpo exigirá descanso manifestando enfermedad. Es fundamental aprender a descansar y cuidar nuestra salud. Cada uno de nosotros tenemos nuestro propio nivel de resistencia y debemos conocerlo bien. Por ello, cuando tu cuerpo pide descanso, bríndaselo y respétalo. Para poder ser activos y productivos, debemos primero aprender a relajarnos y convivir con tiempos de saludable inactividad.
Conocer los motivos por los que nuestro cuerpo y nuestra mente nos piden descansar y respetarlos es la única forma de superar los momentos de transición. No niegues tus necesidades emocionales, mentales o físicas. Date lugar para estar reflexivo, tranquilo y relajado, sólo así tus momentos de actividad serán más fructíferos y tu vida más saludable.