Cómo ser un experto en la era de la información
En la actual era de la información nos encontramos muy a menudo con que no es tan importante el “saber algo” como el “saber conseguir esos datos”. Esta es una de las características fundamentales para adaptarse a la nueva era de la información.
La información y la digitalización son las prioridades de nuestro tiempo, por ello, es fundamental conocer cuáles son algunas de las habilidades que debemos desarrollar para aprender a movernos como peces en el agua.
1.-Saber preguntar. Como señalábamos al comienzo, hoy no es tan importante “saber algo” como “saber buscarlo”. En internet existe gran cantidad de información disponible, mucha de ella de gran utilidad y muchísima más totalmente innecesaria. Para encontrar lo que buscas en esta telaraña informativa, en primer lugar debes saber preguntar clara, concisa y directamente. El buscador de Google es nuestro primer maestro en esta materia. Si no sabes utilizar las palabras claves y las combinaciones justas sólo te hallarás surfeando en una maraña de información irrelevante.
2.-Discriminar. Frente a la inmensa cantidad de información que el mundo digital nos propone, es fundamental discernir cuándo algo es relevante y verdadero y cuando es completamente innecesario o falso. ¿Cómo hacerlo? Obviamente sólo la práctica te dará la respuesta adecuada, pero en primer lugar debes tener en cuenta las fuentes. Siempre que busques información en internet, asegúrate de recurrir a fuentes fiables, compruébalo revisando el sitio y otros sitios que direccionen a él. Esta investigación paralela es necesaria para no llenar el disco duro de nuestro cerebro con datos inútiles.
3.-Interpretar. La era de la información es la era de la interpretación, la de quienes se animan a traducir un contenido para nuevos usos. Es decir, quienes tienen la capacidad de relacionar los distintos contenidos de la red para sacar nuevas conclusiones. Ello también implica la posibilidad de equivocarse y la capacidad de aprender de esos errores. El tiempo actual se caracteriza por una horizontalidad que invita a que todos los usuarios puedan hacer sus propias relaciones entre las informaciones y generar opiniones e interpretaciones propias.
4.- Convertir la información en acción. Este es, sin duda, un elemento clave para que todo el contenido colgado en la red sea de utilidad. Poder llevar a la práctica la información recogida y saber adaptarla a nuestra realidad para convertirnos en usuarios proactivos capaces de aprovechar todo este material. En definitiva, es la capacidad de relacionar el conocimiento con el mundo que nos rodea y utilizarlo para nuestro beneficio.
Búsqueda y gestión de información relevante, interpretación y utilización práctica del conocimiento son algunas de las habilidades que los trabajadores deben desarrollar para avanzar en la era de la información digital.
