Cómo negociar un contrato de trabajo
Una vez logrado el objetivo de conseguir un puesto de trabajo, aún nos queda un punto muy importante por completar: la negociación del contrato.
En primer lugar, es importante haber prestado atención a las “pistas” que nos han dejado nuestros nuevos empleadores a lo largo de la entrevista o encuentros previos, para saber al tipo de contrato y sueldo a los que podemos aspirar y no pedir mucho más ni tampoco quedarnos por debajo de nuestras necesidades. Asimismo, es clave haber dejado claras nuestras expectativas en estos mismos encuentros, sin ir de farol ni engañar. La sinceridad es la mejor baza.
Esto es especialmente relevante en el contexto económico actual, en el que la sobreoferta de trabajadores puede provocar que los salarios y las condiciones laborales que los empleadores estén dispuestos a ofrecer sean poco altos.
Una vez iniciemos la negociación del contrato, hay muchos aspectos a tener en cuenta, desde el tipo de contrato y su duración hasta el título del puesto, la categoría y el conjunto de las condiciones retributivas.
Asimismo, el tema salarial resulta básico (en sus aspectos fijos y variables), saber si alguna parte depende de objetivos e incentivos, así como eventuales cláusulas especiales (viajes, cambios de residencia, dedicación exclusiva, no competencia futura, etcétera). También debemos tener en cuenta las condiciones de rescisión del contrato, con su indemnización, blindaje o paracaídas.
Una vez terminada la conversación sobre el contrato, es útil tomarnos nuestro tiempo para reflexionar sobre la oferta, pedir asesoramiento y considerar la posibilidad de hacer una contra-oferta un poco más adelante.