Cómo negociar el salario
Muchas personas temen el momento en que se debe negociar el salario. Creen que será una situación tensa de la que muy probablemente no saldrán satisfechos. Sin embargo, esta actitud no responde a la realidad y refleja un error en el planteamiento. La oportunidad de negociar el salario es precisamente eso: una oportunidad. Negociar las condiciones de trabajo es algo cotidiano que debe afrontarse como un desafío y una muestra del talante negociador de cada persona.
En el momento de comenzar a negociar el salario hay que tener en cuenta las vías a través de las cuales la empresa ofrece mejoras de promoción y de remuneración. Por ello, es interesante conocer los sueldos base que se están pagando y las bonificaciones que reciben otros trabajadores. Ya sea en forma de acciones o de un horario más flexible, cualquiera de las formas a través de las que la empresa mejora las condiciones deben tenerse presentes.
En el momento de encontrarse con la persona responsable hay que mostrar una actitud abierta, amable y educada. No se debe olvidar que la petición de negociar el salario es legítima y, si el recorrido en la empresa lo justifica, puede ser incluso una muestra de fortaleza y confianza tanto en uno mismo como en la salud económica de la empresa.
Además de reportar mejoras salariales o laborales, una negociación sirve para probarse ante los superiores de la empresa. Ser un buen negociador puede abrir puertas al empleado hábil, ya que la empresa quizás descubra una capacidad desconocida hasta entonces. En el momento del diálogo, no se debe olvidar preguntar por aquellos temas que le interesan y, en caso de no obtener mejoras de tipo económico, se puede aprovechar para proponer retribuciones de tipo horario o médicas.
Finalmente, una vez se disponga de una cantidad o de una serie de propuestas de otro tipo no hay que tener prisa por aceptar. La prisa sólo delatará falta de confianza en sí mismo ya que el último tramo de la negociación sirve, precisamente, para valorar el temple de cada persona y la confianza que tiene en su trabajo. Cerrar el diálogo con una frase educada del tipo “es una gran oferta, me gustaría poderla valorar y darle una respuesta en breve” denotará interés, seguridad y capacidad para hacer una gestión favorable en las negociaciones.