Jefes, subordinados, compañeros de trabajo, clientes, etc. En el mundo laboral se establecen multitud de relaciones sociales. Debemos relacionarnos con mucha gente distinta y debemos saber hacerlo de forma correcta. Es fundamental para mantener un ambiente laboral sano y poder desarrollar nuestras tareas de forma adecuada, consiguiendo así el éxito profesional (tanto el propio como el del equipo y el de la empresa). Hablar con tranquilidad y confianza, saber expresar nuestras opiniones y nuestros sentimientos en el momento oportuno y de forma adecuada, sin olvidarnos de nuestros interlocutores, lo que sienten y piensan, sin manipularlos ni ser manipulados, será fundamental. En pocas palabras: ser asertivo nos allanará el camino. Aunque hay personas que disponen de un grado de asertividad más alto que otras, todos podemos mejorarla. Hay algunos aspectos clave
- Identifica tus conductas y comportamientos no asertivos. Es interesante, durante una o dos semanas, anotar en una libreta todas las conductas o reacciones no asertivas que hayamos tenido, identificando qué sentimos, qué situación nos provocó ese sentimiento y cómo respondimos a él.
- Conócete a ti mismo y trabaja tu autoestima. La falta de asertividad va asociada, en muchas ocasiones, a falta de metas, autoestima baja o falta de fuerza para decir lo que pensamos y no ser manipulados por otros. Si éste es tu caso, lo primero que debes hacer es trabajar estos puntos. Descubre cuáles son tus puntos fuertes, hacia dónde quieres ir, créete capaz de conseguir tus objetivos y confía en ti y tus capacidades. Una vez claro, aprende a decir que no cuando lo consideres oportuno, porque tienes derecho a hacerlo, pero sin necesidad de dañar a los otros.
- Trabaja la empatía y la escucha activa. Para ser asertivo también hace falta respetar a las otras personas. Verlas igual de capaces que nosotros, no menospreciarlas ni querer manipularlas. Empatizar con sus sentimientos y respetar sus opiniones. Saber escuchar al otro y comprenderlo. Tan importantes son tus sentimientos como los de la persona que tienes delante. Si te sientes atacado, no la ataques tu también.
- Cuida tu vocabulario. Saber expresar nuestros sentimientos y opiniones es importante para ser asertivo. Evita las generalizaciones, no recurras a las amenazas ni a las coacciones, ni tampoco te pierdas en excusas ni pidas perdón por nada. Aprende a decir lo que sientes con las palabras adecuadas.
- Cuida las formas. Tan importante es lo que decimos como el cómo lo decimos. Modula tu tono, no hables con desprecio, no grites ni te muestres agresivo. Pero dí lo que tengas que decir con voz clara y firme.
- Incorpora actitudes y estrategias asertivas en la convivencia en el trabajo:
◦ Expresa aspectos positivos de tus compañeros, jefes, etc. “Me gusta como lo has hecho”, “te agradezco tu preocupación”, etc. Es lo que se conoce como asertividad positiva.
◦ Si te sientes pisado o menospreciado, lo debes expresar de forma correcta: “No me gusta que me critiques sin fundamento”, “por favor, déjame exponer mi postura”, etc. Son las respuestas asertivas espontáneas.
◦ Utiliza la técnica de la pregunta asertiva. Por ejemplo, si un compañero te reprocha alguna decisión que has tomado (sea o no justificado ese reproche), pregúntale por qué le molesta lo que hiciste.
◦ Relativiza la importancia de la discusión.
◦ Aplaza la discusión para cuando la controles mejor. Es lo que se conoce como aplazamiento asertivo.
◦ Repite una y otra vez de forma calmada, pero convincente, tu argumento. Es la técnica del disco rayado.
◦ Aplica el banco de niebla. Si lo consideras oportuno, dale la razón a la otra persona para evitar mayores discusiones.
