Una de las mayores riquezas con las que puede contar una compañía es la diversidad generacional entre sus empleados y, actualmente, la convivencia entre distintas generaciones en una misma compañía es cada vez más frecuente, en parte a causa del progresivo retraso en la edad de jubilación.
Pese a todo lo positivo que esta circunstancia puede generar, ya que la juventud puede aportar empuje hacia la renovación y la innovación, mientras que la madurez aporta la sabiduría, la reflexión y la serenidad, lo cierto es que también pueden producirse ciertas tensiones y dificultades que hay que saber solucionar.
Los más mayores, marcados por una infancia dura en la guerra o la posguerra, tienen tendencia a ser más tradicionalistas, austeros y disciplinados. Los que rondan la cuarentena, hijos de la transición, tienen más formación que sus antecesores y son menos rígidos, pero tienen un gran compromiso para con su compañía y su trabajo. Los que están en la treintena, son un poco más informales que los anteriores y tienen más facilidad para trabajar en equipo. Por último, los más jóvenes suelen ser más individualistas, están menos dispuestos a aceptar jerarquías y dominan las nuevas tecnologías.
Los principales conflictos de la diversidad generacional surgen cuando las generaciones más jóvenes no entienden las reticencias al cambio y las nuevas tecnologías de sus mayores, mientras que estos no toleran la falta de respeto por la jerarquía y la experiencia de los segundos.
Es importante tener en cuenta estas diferencias a la hora de motivar a los empleados, y ofrecerles retribuciones adecuadas a sus intereses y situación personal: los mayores no esperarán un plan de carrera profesional, mientras que los más jóvenes difícilmente se verán motivados por obtener tiques guardería.
Pero, sin duda, la estrategia más útil es crear un entorno colaborativo, donde los mayores sientan que su experiencia y savoir faire es tenido en cuenta y respetado y en el que los jóvenes puedan aplicar sus conocimientos en tecnología y demás avances para aumentar el rendimiento y los resultados de la compañía.
