Los conflictos interpersonales en el trabajo no son nada nuevo ya hemos hablado anteriormente sobre cómo lidiar con los compañeros conflictivos en la oficina; sin embargo, ¿Qué debemos hacer si la persona que nos genera el malestar es nuestro propio jefe? En caso de tener un jefe difícil evidentemente el conflicto adquiere nuevas dimensiones. Nuestro jefe es la persona encargada de orientar el trabajo y su papel en nuestro día a día es fundamental.
En primer lugar, confirma estar haciendo un análisis realista de la situación: muchas veces somos nosotros mismos quienes no sabemos recibir las críticas de un modo profesional y tendemos a tomar cualquier comentario como un ataque personal. Te recomendamos volver a leer el post sobre las mejores críticas que te puede hacer tu jefe.
Pero si éste no es el caso y definitivamente nuestro jefe es una persona con la que nos cuesta mucho relacionarnos, lo más apropiado es tratar la situación con mucha delicadeza y paciencia. Estos son nuestros consejos para lidiar con un jefe difícil:
- Mantente siempre profesional: no importa lo molestos que sean sus comentarios o cómo nos podamos sentir con ellos. La realidad es que éste es nuestro empleo actual y debemos enfrentar cualquier conflicto en él con profesionalidad y seriedad. No dejes que sus acciones te lleven a hacer comentarios o tener reacciones fuera de lugar. Nunca te pongas al nivel de quien está actuando incorrectamente. Preserva ante todo tu lugar como profesional y demuestra que eres capaz de lidiar con ésta y cualquier otra situación sin la necesidad de llevarla a un terreno más conflictivo aún.
- Asegúrate de darle tiempo: especialmente si los problemas con tu jefe han aparecido recientemente, es probable que haya una razón o motivo por la que tu superior haya cambiado de actitud. Quizá existan problemas de índole personal o incluso profesional que están afectando a su humor y su manera de actuar. Piensa si es posible que esto sea tan sólo algo temporal o esporádico. Asegúrate de no tomar decisiones apresuradas antes de darle a la situación el tiempo necesario y reconocer exactamente lo que está sucediendo.
- No dejes que el conflicto afecte tu desempeño: recuerda que tu rendimiento y tu trabajo hablarán por ti ahora y en el futuro. No dejes que el mal desempeño de tu superior afecte al tuyo. Tomar revancha por este asunto no cumpliendo con tu trabajo o bajando tu nivel sólo empeorará tu situación. Incluso cuando estés pensando en cambiar de empleo, un buen rendimiento laboral hasta último momento es la mejor carta de presentación para cualquier directivo y te permitirá conseguir un puesto mejor con mayor celeridad.
- Mantén un registro de las conversaciones: documenta todas las charlas o intenta tener testigos de las conversaciones o reuniones. De esta manera, tendrás pruebas de sus comentarios fuera de lugar que te serán útiles si fuera necesario demostrar su comportamiento indebido. Por otra parte, este registro te ayudará también a hacer el seguimiento de la situación y evaluar si es un hecho puntual o no.
- Piensa alternativas: recuerda no intentar pasar por alto la autoridad de tu jefe siempre que puedas evitarlo. En primera instancia, intenta resolver el conflicto con él, plantearle seriamente y sin dramatismo tu malestar, consultarle si está conforme con tu rendimiento e intentar comprender en qué situación te encuentras. Si esto no funciona y tu jefe sigue actuando de un modo inapropiado, deberás pensar alternativas a la situación. ¿Es necesario hablar con otro directivo sobre el asunto? ¿Ser transferido a otro sector de la empresa es una opción posible? ¿Puedes comenzar a plantearte cambiar de empleo?
Lidiar con un jefe difícil en el trabajo es una de las cuestiones que más tiempo y energía nos pide. Por ello, tras realizar una evaluación realista de la situación y darle un tiempo suficiente para entenderla, no te limites a tolerarla y acumular malestar. Evalúa las alternativas posibles y pasa a la acción.
