Independientemente de si te diriges a un grupo pequeño o estás detrás de un podio frente a cientos de personas, hablar en público puede ser desconcertante y aterrador para algunos, mientras que para otros parece inofensivo.
Entonces, ¿qué separa las dos formas de pensar? Principalmente, aquellos que luchan con la tarea de hablar en público lo hacen porque está fuera de su zona de confort, les falta confianza o muestran cierto desdén por esta práctica.
Son muchas las razones por las que las habilidades para hablar en público te ayudarán en tu desarrollo profesional. Por ejemplo, a menudo trabajas en un grupo de proyecto pequeño. Es posible que tengas la mejor idea o el mejor enfoque para resolver el problema, pero si no puedes comunicarlo mejor que los otros miembros del equipo, tu idea no será escuchada.
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Es posible que te soliciten que trabajes en el stand de la feria comercial de la empresa, donde debes presentar las características y los beneficios de los productos de la empresa a los posibles clientes. Es posible que se te pida que presentes un documento técnico en una conferencia de la industria de tus pares. O puede que algún día te conviertas en emprendedor, donde te encontrarás presentando tu plan de negocios a un grupo de inversores potenciales. En cualquier caso, debes comunicarte de manera efectiva para lograr tus objetivos.
Puntos clave para hablar en público
Para la mayoría de las personas, hablar en público no es algo natural. Los buenos oradores se hacen, no nacen. Incluso aquellos que parecen ser oradores naturales siguen siempre tres reglas: preparar, practicar y personalizar. Además de esto, no está de más tener siempre en mente los siguientes puntos clave:
Ser transparente y accesible
Quítate la máscara y presenta tu verdadero yo ante tu audiencia. Crear una conexión auténtica mostrando tu vulnerabilidad cierra la distancia con la audiencia y hace que tu mensaje resuene más.
Se sincero y valiente
Hable con franqueza sobre las cosas personales que solemos esconder. La verdad es liberadora y comunicársela a la audiencia destruye los temores sobre la forma técnica de tu discurso.
Aporta energía, sentimiento y propósito al hablar en público
Acepta los miedos y usa la energía nerviosa a tu favor. El orador da energía a su audiencia a través de la pasión y la emoción, lo que hace que los discursos sean más memorables. Transmite tus emociones a tu audiencia y conecta con el objetivo de tu charla para hacerla más impactante.
Emplea un lenguaje corporal elegante
Practica el uso de gestos con las manos y el lenguaje corporal para que sean elegantes y una extensión de tu mensaje. La audiencia debe estar cautivada, no distraída por lo que estás haciendo con tu cuerpo. Distribuye tu peso por igual, se simétrico con tu postura, muestra las manos, mira directamente a la audiencia y bríndales un contacto visual casi constante.
Interactúa con tu audiencia
Los oradores más carismáticos, encantadores y magnéticos se involucran personalmente con la audiencia y establecen una relación sincera. Se refieren a oradores anteriores, recuerdan nombres y detalles y hacen que la audiencia esté de su lado desde el principio.
Trabaja tu “actitud”
No seas una de esas personas que se engañan a sí mismas pensando que sus complejos y falta de gracia social son manifestaciones sinceras de individualismo o una personalidad “auténtica”. La gente no te escucha, ni respeta tu punto de vista, si continuamente te encuentras de una manera extraña, abrupta o incómoda. Y puede terminar socavando la causa o idea que defiendes porque empujarás a la gente a creer en el argumento opuesto. La forma en que te comunicas con las personas es importante. Puedes obtener una audiencia justa o empujar a la gente al campo contrario. ¡Tú eliges!
Cualquiera puede convertirse en un gran orador público. Solo se necesita preparación, práctica y un poco de personalidad. Hablar en público es una habilidad que te ayudará tanto en tu vida profesional como en la personal.
