Casual Friday
Se trata de una tradición anglosajona que ya se ha adoptado en numerosos países y que suele coincidir con el viernes, el llamado “Casual Friday”, un día que acostumbra permitir ciertas licencias, al estar cerca del fin de semana. No es una tendencia de “afterwork”, pero sí una manera de trabajar sin tanta presión.
Esta mayor libertad y comodidad para vestir no solo es una ocasión fantástica para que los empleados sientan que pueden expresar mejor quiénes son y que pueden hacerlo con creatividad, sino que incluso tiene repercusiones positivas para su rendimiento. Sin tantas restricciones en la indumentaria, los profesionales se sienten menos encorsetados y pueden trabajar de forma más relajada y, por lo tanto, más productiva. Está demostrado que el bienestar y la felicidad en el trabajo contribuyen significativamente en el rendimiento de los empleados.
Incluso es una buena idea para fomentar las salidas entre compañeros después del horario laboral, pues al ir vestidos más “casual”, una escapada “afterwork” es más propicia. Ello también tendrá su repercusión positiva a nivel profesional, pues al fomentar las relaciones entre compañeros, trabajar será mucho más cómodo.
Recuerda que el vestuario sigue siendo una parte importante del lenguaje no verbal y que debe transmitir sensaciones de acuerdo con los valores de la empresa.